Despliegan un vasto plan de perforaciones para asegurar el agua en la Línea Sur
El déficit hídrico ya genera faltantes de agua para consumo domiciliario en muchos pueblos y parajes, donde ARSA debe hurgar en las napas, cada vez a más profundidad.
La aguda sequía que enfrentan la estepa y la región cordillerana de Rio Negro agravó las condiciones de acceso al agua para consumo humano en numerosas localidades, especialmente en la Línea Sur, donde la empresa provincial ARSA debe realizar continuas perforaciones cada vez más profundas para garantizar el servicio.
Algunos de los casos más críticos son están los de de Clemente Onelli, Cerro Alto o Comallo. En este último pueblo, ubicado sobre la ruta 23, fue necesario efectuar perforaciones de entre 30 y 70 metros para alcanzar la napa y obtener agua suficiente para los casi 2.000 habitantes.
El gerente general de ARSA, Javier Iud, dijo que los equipos de perforación estuvieron ayer en Cerro Alto, cerca de Paso Flores, donde también hubo una baja pronunciada de las napas debido a la sequía y la gente se queda sin agua. “Antes se perforaba a 8 metros y ya estaba el agua, pero ahora no da resultado”, afirmó.
Dijo que la peor situación aqueja a las poblaciones que no tienen cursos de agua cercanos. En Bariloche el déficit hídrico este año también es extremo (con precipitaciones que no alcanzan la mitad del promedio), pero según Iud el agua está asegurada porque se bombea desde el lago Nahuel Huapi, “y antes de que se seque habría que hablar del fin de la humanidad”.
El directivo señaló que el equipo de perforación es de un contratista privado y que los presupuestos no son fáciles de prever porque es imposible saber a qué profundidad se encontrará el agua.
El costo ronda los 250 mil pesos por metro de profundidad, aunque depende del suelo. Si hay mucha piedra sale más caro.
Iud explicó que los técnicos evalúan según el caso y a veces conviene “ir más abajo” para obtener agua en la cantidad requerida. Pero en otros, sin tanta profundidad, deciden hacer varias perforaciones cercanas y complementarias, porque “un solo poco aporta poca agua y no alcanza”.

Explicó que el costo de perforación es solo una parte, porque después también está el “encamisado” y el sistema de bombeo. Con el dato extra de que subir el agua desde mayor profundidad insume mayores inversiones en energía.
Medidas de ahorro
El titular de ARSA subrayó también la importancia de promover el “uso responsable” del líquido, pero dijo que resulta difícil porque en los pequeños poblados rurales no hay medidores y nadie paga por el servicio, lo cual favorece el derroche.
“En algunos lugares se sectoriza, se divide la zona habitada en cuatro y se da agua por turnos -agregó-. En otros como Clemente Onelli el comisionado pone horarios. Abre la llave a la mañana, para que todos puedan llenar sus cisternas y después la cierra, para reabrir recién a la tarde”.
Señaló que además de Comallo y Cerro Alto, existen problemas serios de provisión en Peñas Blancas, Cerro Policía, Naupa Huen y Aguada de Guerra.
Iud sostuvo que “por decisión política del gobernador” Alberto Weretilneck, avanzarán hacia un traspaso del servicio en todas las comisiones de fomento para que queden a cargo de ARSA.
En cuanto a Bariloche, algunos barrios continuarán con carencias y limitaciones hasta que se ejecute la nueva obra de captación en el lago Gutiérrez, que ya tiene financiamiento asegurado y cuya licitación está a punto de ser publicada. Iud dijo que “solo falta el visto bueno de Parques Nacionales”, que tiene jurisdicción sobre el lago.
La aguda sequía que enfrentan la estepa y la región cordillerana de Rio Negro agravó las condiciones de acceso al agua para consumo humano en numerosas localidades, especialmente en la Línea Sur, donde la empresa provincial ARSA debe realizar continuas perforaciones cada vez más profundas para garantizar el servicio.
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