El referéndum de Cortés, con impacto tributario para barilochenses y turistas
Dos de los temas incluidos en el referéndum municipal de Bariloche, convocado para el 9 noviembre, tienen efectos en materia tributaria. Uno de ellos apunta a restituir una imposición sobre los turistas y otro propone un nuevo gravamen sobre todos los contribuyentes de la ciudad, con destino directo en obras pavimentación.
La primera de las diez preguntas del referéndum brindará a los votantes la oportunidad de aprobar o rechazar el Plan de Infraestructura Vial, que Cortés detalló en un proyecto de ordenanza enviado días atrás al Concejo, en simultáneo a la formalización del referéndum.
Ese plan tiene como principal objetivo el de aprovechar a pleno la planta elaboradora de hormigón que el municipio compró el año pasado, a un costo de 192 millones de pesos, y que tiene capacidad para producir 80 toneladas diarias.
La gestión Cortés ya pavimentó con ese recurso varias cuadras de la calle 9 de Julio, donde invirtió presupuesto corriente. Para darle continuidad, el proyecto es generar un fondo vial con aportes obligatorios de todos los frentistas de la ciudad, en paralelo con la tasa de Servicios.
Según el asesor del Ejecutivo municipal Martín Domínguez, la imposición “será de unos 4.000 a 5.000 pesos mensuales por contribuyente” y tendrá carácter “solidario”, es decir que la carga será uniforme sobre todos los barilochenses y las obras tendrán beneficiarios puntuales, que rotarán, barrio por barrio, según las prioridades.
“A vos capaz que no te toca hoy la obra de asfalto, pero mañana sí, es solidario y estarán todos obligados”, explicó.
El proyecto de ordenanza señala que la construcción de las primeras cuadras de mavimento se orientará a la “trama vial” de acceso a los barrios que todavía no lo tienen y al recorrido del transporte urbano. Domínguez dijo que la carga tributaria será “sin distinción” para todos los titulares de inmuebles empadronados en la ciudad.
El texto del proyecto establece sin embargo una diferencia entre los beneficiarios “directos” de la obra de asfalto -a quienes se les facturará un importe mensual específico relacionado con el valor fiscal del inmueble- y los “indirectos”, es decir todo el universo restantes de contribuyentes, que deberán abonar el 20% de lo que corresponde a los “directos”.
Este esquema, dijo Domínguez, fue ideado para reemplazar el de “contribución por mejoras”, legislado durante la gestión del exintendente Gennuso, y de pobres resultados. “Se usó poco, la última vez fue en el barrio Belgrano, por iniciativa de los mismos vecinos, pero no es de fácil implementación, porque se necesita un alto número de adherentes y allí muchas veces se traba todo” refirió el asesor.
Si ahora el referéndum convalida el fondo vial “solidario”, las obras quedarán atadas al esquema tributario general. El dinero que se recaude será de manejo descentralizado (sin paso por Rentas Generales) y las obras serán definidas por una “unidad ejecutora” con tres miembros por el Ejecutivo y dos del Concejo Municipal.
Según Domínguez, si gana el “sí” respecto de este punto, la ordenanza será promulgada de forma inmediata por el intendente, como si hubiera sido tratada y aprobada por el Concejo. Es decir que los votantes actuarán como legisladores.
Un rodeo para sortear el fallo de la Corte
La tercera pregunta del referéndum definirá la suerte de la contribución turística destinada a financiar obras de mejora en la ciudad. Si gana el “sí”, los turistas (aunque no tendrán derecho al voto) comenzarán a pagar un tributo equivalente a la antigua “ecotasa”, que rigió durante 7 años, hasta que quedó desactivada por un fallo adverso de la Corte Suprema.
Ahora la intención es reemplazar aquella tasa por una “contribución”, cuyo formato no tiene grandes diferencias con la original, aunque Domínguez dijo que el texto fue elaborado con ajuste a lo dispuesto por la Corte y con la asesoría y supervisión directa del abogado administrativista Roberto Dromi, antes de su fallecimiento.
El proyecto fue enviado al Concejo el año pasado, pero nunca recibió tratamiento. En consecuencia, en el ejercicio actual, y después de largo tiempo, el municipio perdió una tasa que venía de recaudar más de 1.100 millones de pesos anuales.
Siempre que el referéndum habilite la “contribución”, el sujeto gravado será el mismo que en el formato anterior, es decir todos los turistas mayores de 12 años que pernocten en la ciudad.
Se les cobrará un monto fijo según la categoría del alojamiento y el dinero irá destinado a fondos para obras “de infraestructura” con un criterio amplio, que incluye alumbrado público, sistema de recolección de residuos, mejoramiento vial, agua potable, pluviales y seguridad ciudadana.
Domínguez dijo que para cumplir con el fallo todos esos emprendimientos tendrán efectos sobre la calidad de prestación de servicios al turista. La Corte había dicho que la tasa no era tal porque los beneficios recaían en mayor medida sobre los barilochenses. El abogado cercano al intendente refirió a modo de ejemplo que en adelante no se podrá financiar con ese dinero el paseo del Sur o el paseo del Este, dos de las obras más reivindicadas por el exintendente Gennuso.
Dos de los temas incluidos en el referéndum municipal de Bariloche, convocado para el 9 noviembre, tienen efectos en materia tributaria. Uno de ellos apunta a restituir una imposición sobre los turistas y otro propone un nuevo gravamen sobre todos los contribuyentes de la ciudad, con destino directo en obras pavimentación.
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