Racing y un festejo con cerveza

Favorecido por las intermitencias de un rival que viene en franco debacle, Racing aprovechó los momentos felices que ayer le tocaron en suerte -que no fueron muchos pero sí muy oportunos-, para quedarse con una merecida y festejada victoria por 4-1 ante Quilmes en el Cilindro de Avellaneda. Prácticamente no había pasado nada, cuando a los 10 minutos Racing se encontró con la apertura del marcador. Se fue Raúl Estévez por la derecha hasta el fondo, vino el centro corto hacia atrás para la entrada franca de Romero, quien definió con con derechazo a media altura al primer palo. El gol no modificó la tónica intrascendente, pero Racing volvió a a aprovechar otra chance para transformarla en gol. Sebastián Pena cabeceó mal para atrás y no hizo más que habilitar a Villanueva y cuando el chileno se iba para el gol lo cruzó Lucas Alessandria y Sequeira no dudó en sancionar la falta. El penal lo ejecutó el ‘Mago’ Capria para estirar la diferencia en el marcador, ya que en el juego eran casi iguales. A los 31, Sequeira vio un agarrón en el área en perjuicio de Desábato y cobró penal. Lo ejecutó Caneo, fuerte, a media altura y ligeramente hacia la izquierda del arquero que adelantándose dos metros la desvió al córner. Hubo que esperar hasta el minuto 38 para que hubiera un poco de emoción. Mario Turdó en dos ocasiones estuvo a punto de convertir el descuento para Quilmes, pero no estuvo preciso.

Partido liquidado

Iba un minuto del complemento y Racing volvió a golpear. Se fue Capria en una contra, estiró para la entrada de Villanueva que ingresaba por la izquierda y el derechazo del chileno superó el achique de Ramírez. Sobre los 31 llegó el descuento “cervecero”. Un preciso centro de Diego Torres desde la derecha le vino justo a Risso para el frentazo goleador. Parecía que venía la reacción del equipo del ‘Cai’ Aimar, pero el intenso calor, las propias limitaciones y algunos aciertos del rival le dijeron que no a Quilmes. Sobre el final, Racing comenzó a rondar el área de su contrincante y después de generar tres situaciones netas, a los 45, Villanueva le puso cifras definitivas a un cotejo que ya estaba definido mucho antes.