Radicales de Bariloche quieren ir al Congreso sí o sí

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En las últimas horas de su trajinada visita a esta ciudad, el gobernador Pablo Verani desayunó ayer con la plana mayor de la UCR local. Allí escuchó el reclamo de colocar una figura barilochense en la segunda candidatura a senador o en el primera a diputados.

Verani no brindó un sí definitivo. Sólo admitió que las listas deberán presentar un “equilibrio” entre los distintos circuitos de la provincia. También estuvo presente el intendente Atilio Feudal, quien planteó la necesidad de que la provincia brinde “oxígeno económico” al municipio. En este caso la respuesta distó de ser ambigua: apoyo y acompañamiento sí; pero dinero, nada.

El titular del radicalismo local, Hugo Castañón, defendió el derecho del circuito andino para llenar alguno de los casilleros expectantes en la lista de legisladores nacionales.

“Pablo nos aseguró que lo único definido es que Luis Falcó irá como primer senador, pero todo el resto está para discutirse”, afirmó Castañón. Esa definición daría por tierra con las versiones que ubicaban a la legisladora Amanda Isidori como “número puesto” para acompañar a Falcó.

Según Castañón, la región andina tiene el mayor padrón de la provincia con 58 mil electores y quiere hacerlos valer. El dirigente no aventuró ningún nombre, aunque no sería extraño que Nelly Meana sea al menos una de las postulantes promovidas desde la cordillera.

Si bien en el discurso del veranismo aparece con frecuencia la palabra “Alianza”, a la hora del armado de listas nadie piensa en los socios frepasistas. Al menos para los dos senadores y el diputado que aspiran a lograr en las elecciones de octubre. Algunos datos aconsejarían moderar ese fervor, ya que el fundador del MUP barilochense y referente también del Frepaso Leonardo De Ferrariis demostró ser un interlocutor privilegiado de Verani y sus seguidores no dudan de que es un legítimo aspirante al primer lugar para Diputados.

En cuanto a la difícil situación de las finanzas municipales, fue muy poca la ayuda concreta que comprometió la provincia, fuera del envío regular de la coparticipación. Las dificultades en Viedma también son notorias y el mensaje para Feudal fue “buscar alternativas de ajuste”.

Predomina en el gobierno provincial la sensación de que el municipio no hizo todo lo posible por domar el déficit, que ronda los 300 mil pesos mensuales.

A esta altura asoma como difícil de soportar el costo de mantener casi 600 planes laborales a cargo del municipio, que se llevan 120 mil pesos. Aunque el costo social sería impredecible, hay quienes sostienen que la salida pasa por aplicar la tijera en ese rubro y reducir otros 100 mil pesos eliminando contratos y gastos operativos. El resto de la brecha se saldaría mejorando la recaudación. Tanto desde la provincia como desde el gobierno nacional parece imponerse la reticencia a seguir arrojando salvavidas a Bariloche mientras el municipio no exhiba resultados en materia de ordenamiento fiscal y de reforma administrativa.