Recuperaron casi todas las joyas, pero falta el dinero

Estaban enterradas en el patio de una vivienda. La dueña de casa fue demorada y la acusan de encubrimiento. Todavía no tienen los autores ni hay rastros de los $ 200.000 robados.

NEUQUÉN (AN).- El departamento Delitos de la Policía está a punto de esclarecer el asalto a una vivienda del barrio Santa Genoveva ocurrido el martes. En el patio de una casa del barrio Cordón Colón allanada ayer, los efectivos encontraron enterradas la mayoría de las joyas robadas y demoraron a su propietaria. Se trata de una mujer que tendría lazos de parentesco con la empleada doméstica de la familia damnificada. Ahora los investigadores van tras la pista de los autores y de los 200.000 pesos sustraídos.

En tanto Miguel Opazo, el dueño de la casa asaltada, reiteró que para él la empleada doméstica es la principal sospechosa. «Nos debe haber escuchado hablar del camioncito que vendí», dijo a «Río Negro».

Por ahora la empleada está en libertad y su parienta, dueña de la casa donde estaban escondidas las joyas, saldría libre en las próximas horas aunque acusada de encubrimiento.

Respecto de los autores -se cree que fueron al menos dos- los investigadores no ofrecieron precisiones y se limitaron a decir que continúan la pesquisa para tratar de identificarlos.

El robo ocurrió el martes a las 9 de la mañana en Basavilbaso 1.055 de Santa Genoveva, un barrio de clase media alta que fue sacudido por resonantes asaltos en las últimas semanas.

Un ladrón ingresó a la casa sin armas, maniató a la hija de la familia de 14 años y a la empleada doméstica de 35, y fue directo a la caja fuerte donde había joyas y 200.000 pesos producto de una operación comercial con automotores. La sacó de la pared y escapó supuestamente con un cómplice que lo esperaba afuera.

Los investigadores pusieron el foco casi de inmediato sobre la empleada doméstica, una mujer de humilde condición que trabaja para la familia desde hace seis meses.

Les llamó la atención, por ejemplo, que el ladrón no haya tomado la precaución de quitarle el teléfono celular.

Las sospechas se acrecentaron cuando verificaron las llamadas salientes y entrantes de ese aparato. La mujer estuvo demorada en el departamento Delitos y recuperó su libertad ayer a la mañana ya que no hay pruebas en su contra y en ningún momento reconoció tener vinculación con el hecho.

Pero los investigadores fueron armando el rompecabezas de sus amistades y parentescos, y ayer a la tarde realizaron tres allanamientos, uno en Villa Ceferino y dos en Cordón Colón.

Uno de estos procedimientos dio resultado: en el patio de la vivienda encontraron enterrada una bolsa con la mayoría de las joyas robadas a la familia Opazo. La dueña de casa quedó demorada y se le iniciará una causa por encubrimiento.

Pese a estos avances, el personal de Delitos mantiene la cautela. «Todavía nos faltan los autores y el dinero», señalaron ante una consulta.

Opazo dijo a «Río Negro» que está conforme con la actuación policial, y respecto de la posibilidad de recuperar su dinero expresó que «yo me conformo con ver que mi nena está a mi lado y no le pasó nada».


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