Redadas en Moscú y combates en Chechenia

Las fuerzas policiales de Rusia realizaron ayer diversos allanamientos en distintos puntos de la capital y del país en busca de presuntos cómplices de los secuestradores que mantuvieron como rehenes a más de 700 personas en un teatro moscovita. En tanto, el ejército Rojo recibió un nuevo golpe en las operaciones lanzadas en Chechenia, con la caída de un helicóptero.

Moscú (Télam-SNI/dpa).- La policía de Moscú arrestó a varias decenas de sospechosos de complicidad con los terroristas chechenos que secuestraron la semana pasada a más de 700 personas en el teatro Dubrovka de la capital rusa.

El ministro ruso del Interior, Boris Gryslov, informó ayer que la policía lleva adelante «esfuerzos inéditos para descubrir la red terrorista» en Moscú y sus alrededores.

La Policía de Moscú también detuvo a un colega acusado de haber pasado al comando checheno información sobre los movimientos de las fuerzas de seguridad rusas durante los tres días que duró la toma del teatro Dubrovka.

En tanto, en el marco de un llamado del presidente Valdimir Putin para renovar la «guerra contra el terrorismo» se reactivaron operaciones en Chechenia.

Un helicóptero militar ruso fue derribado ayer por presuntos rebeldes chechenos cerca de Grozny, capital de Chechenia, mientras Estados Unidos afirmó que Rusia utilizó un «opiáceo» y no un gas nervioso para aplastar al comando checheno que ocupó la semana pasada un teatro en Moscú.

La agencia rusa Interfax, citando fuentes militares, dijo que un helicóptero MI-8 fue derribado cerca del cuartel general de las fuerzas rusas, sin precisar si hubo muertos o heridos.

El hecho ocurrió tres días después que las fuerzas rusas neutralizaran a un comando checheno que retenía a más de 700 rehenes en el teatro Dubrovka, en el sudeste de Moscú, 115 de los cuales murieron como consecuencia de una presunta intoxicación, junto a 41 guerrilleros chechenos.

Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores ruso reiteró en un comunicado su pedido a Washington para que incluya a los rebeldes chechenos en la lista de organizaciones terroristas. Según el documento del ministerio dirigido al Departamento de Estado norteamericano, Moscú considera que la toma de rehenes realizada la semana pasada debe ser considerada un «acto terrorista».

Mientras tanto, bajo una intensa lluvia y con una masiva asistencia popular se realizaron los primeros entierros de los 117 rehenes que resultaron muertos.

Los médicos rusos han asegurado hasta el momento que todos los rehenes menos dos murieron a causa del misterioso gas utilizado por las fuerzas de asalto rusas para reducir a los secuestradores atrincherados en el teatro con más de 700 rehenes.

En tanto, la fiscalía rusa reconoció que cuatro personas murieron asesinadas a balazos además de los 41 integrantes del comando checheno muertos durante la operación de rescate de rehenes del teatro de Moscú que terminó el sábado.

Pero no fueron los disparos los que causaron la muerte de casi todos los rehenes en el asalto, ya que cuatro personas, además de los 41 rebeldes chechenos, murieron por disparos de las fuerzas rusas.

El fiscal Mijail Avdiukov precisó a la agencia Interfax que las personas muertas por disparos son Olga Romanova, la chica que trató de entrar al teatro el miércoles a la noche, dos rehenes asesinados el viernes por el comando de elite al comienzo del asalto de las fuerzas rusas y un hombre no identificado.

Según los médicos, el elevado número de muertos entre los rehenes a causa del gas se debió al debilitado estado de salud de éstos, que estuvieron sentados en las butacas del teatro durante más de cincuenta horas, prácticamente sin poder dormir y sin alimentos.

Polémica por el gas utilizado

Un vocero de la embajada estadounidense en Moscú dijo que los rusos usaron un «opiáceo» en la operación de rescate de los rehenes y no un gas paralizante como el gobierno de Vladimir Putin había informado oportunamente.

La embajada estadounidense, así como otras delegaciones extranjeras occidentales, había solicitado una explicación a Moscú sobre el gas usado en el operativo. Las conclusiones ofrecidas por la delegación diplomática estadounidense se basan, según su vocero, en la exploración médica de alguno de los sobrevivientes, a quienes se les suministró «naxolona», un medicamento que normalmente se administra a los pacientes con sobredosis de opiáceos, como la heroína.

Sin embargo, la mayoría de los expertos todavía se inclina por la hipótesis del gas nervioso, probablemente VX o BZ, elaborado durante la Guerra Fría .

Tres días después del asalto de la unidad de élite Alfa al teatro, la mitad de los 600 rehenes afectados por el misterioso gas utilizado en la operación están recuperados. Unos 333 abandonaron ya los hospitales. Otros 311 siguen recibiendo atención médica , 27 de ellos en estado crítico.


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