Rincón Chico, la villa que brilló a orillas del río Limay

En el lugar vivieron 10.000 personas. Hoy quedan vestigios de los edificios.

Luis García

Luis García

En este lugar funcionaba el centro comercial. Tenía un mercado cautivo. Piedra del Águila quedaba a 14 kilómetros.

NEUQUÉN (AN).- A 14 kilómetros de la ruta Nacional 237 en el camino que conduce a la represa de Piedra del Águila quedaron los vestigios de lo que fue la Villa Rincón Chico que supo albergar a unas 10.000 personas que trabajaban en la construcción del dique hasta el año 1992.

Transitar las calles asfaltadas, los bulevares que aún conservan los olmos y pinos con hojas verdes y los álamos resecos por la falta de riego y la acción de las hormigas, se asemeja a recorrer un sitio donde la vida le ganó al desierto y que hoy está abandonada.

Los sitios donde estuvieron las casas industrializadas están tapados de tierra y ceniza. En el medio de lo que fue el oasis urbano se puede apreciar una gigantesca estructura de columnas de hormigón de unos 15 metros de alto con cuatro lados de unos 40 metros que se yergue inmutable frente al paso del tiempo, la depredación mientras la flora autóctona se empecina en crecer en cada grieta que se forma entre las baldosas y el cemento.

Quienes vivieron allí atesoran recuerdos imborrables. La difusión de la tecnología permitió que se reencontraran en el plano virtual, mediante un grupo en la red social Facebook denominado En los 80 se vivió en la villa Piedra del Águila. Se creó con la idea “de reunir a todos los habitantes, familias, amigos, todos los que en algún momento vivimos en esta Villa, donde para algunos nos genera cierta nostalgia, momentos de alegría y la plena vivencia de la niñez para algunos, adolescencia y adultos para otros”.

Se puede observar en el grupo personas que habitan en alguna provincia del país y en el exterior en función de la nacionalidad de las empresas encargadas de la construcción de la represa.

En cercanías de la única estructura de hormigón estaban las dos escuelas primaria y secundaria del Instituto Privado de Hidronor. Hidronor es la sigla de Hidroeléctrica Norpatagónica, el ente público que se encargó de la construcción de las presas en los río Limay y Neuquén.

La villa Rincón Chico tuvo sectores diferenciados en función de la estratificación laboral. Los obreros vivían en pabellones, había viviendas de una marca de industrialización para obreros, de otra marca para mandos medios y de una marca de mayor calidad para los mandos superiores.

Sobre la barda norte de la villa todavía se observa el galpón donde se ubicaban los tanques que servían para potabilizar el agua que se traía desde el río Limay y de allí se la distribuía a la villa por gravedad. En cercanías del centro comunitario había una central térmica desde donde se distribuía agua caliente.

Para envidia de muchos intendentes, todos los servicios que tenía la villa eran subterráneos. Aún se observan las bocas de registro donde está el cable de electricidad y los que conducían el agua fría y caliente.

La villa Rincón Chico pierde día a día esos pequeños elementos que denotan que allí hubo vida. Las viviendas que eran de cartón relleno con fibra de vidrio fueron retiradas o bien para llevarlas a la localidad de Piedra del Águila o desguazadas para retirarle las aberturas o los sanitarios.

A diferencia de las otras villas que tuvieron construcciones más firmes de cemento como El Chocón o Alicurá, Rincón Chico hizo honor a su nombre: fue temporaria.

Luis García

Se mantiene el pavimento en la avenida principal.

mario rojas

mariorojas@rionegro.com.ar


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