Relativizaron el accionar de «guerrilleros truchos»

Encapuchados lanzaron por Crónica TV "el regreso de la lucha armada". Tras el show mediático, su jefe, el "comandante Carlos" , fue detenido.

BUENOS AIRES (DyN).- El gobierno nacional relativizó ayer la importancia del supuesto grupo comando de Concordia, Entre Ríos, que advirtió sobre el retorno a la lucha armada, similar a la de los años «70, y calificó como «guerrilleros truchos» a sus integrantes, cuyo presunto jefe fue detenido por la Gendarmería.

Crónica TV efectuó una transmisión en directo desde un «monte» de Concordia, en Entre Ríos, donde entrevistó a una persona encapuchada que se identificó como «comandante Carlos», líder de un comando autodenominado «Comandante Sabino Navarro».

El jefe del supuesto grupo convocó a «la lucha armada en defensa de los pobres» y se adjudicó «el atentado sufrido por la señora funcionaria Susana Paoli del gobierno de este dictador que tenemos en Entre Ríos que es el doctor (Sergio) Montiel».

Pero el ministro del Interior, Federico Storani, aseguró que «no existe ningún peligro desde el punto de vista real que nos haga temer por la seguridad del Estado» frente a este grupo de «guerrilleros truchos» que «viven de la apretada».

El ministro, además, remarcó la «necesidad de erradicar de manera terminante los episodios de violencia y extorsión como método político».

Mientras el gobierno vinculó a dos particulares que dieron notas periodísticas con los supuestos integrantes del comando, los civiles negaron haber sido quienes, ocultando sus rostros con pasamontañas, exhibieron armas de guerra en la nota con la televisión.

En tanto, alrededor de las 18.30, un hombre que fue identificado por el gobierno como el presunto jefe del grupo, fue detenido por efectivos de la Gendarmería -por orden del juzgado federal de Concepción del Uruguay- y trasladado al Escuadrón 3, de Concordia.

El propio Storani había advertido que, mas allá de las características guerrilleras de ese grupo y de sus miembros, el tema tenía que ser «encuadrado dentro de la apología de delito y de la ley de defensa del orden democrático».

Durante una conferencia de prensa ofrecida en Casa de Gobierno, el jefe de la cartera política salió a poner paños fríos al sentenciar que el Gobierno no le da «ningún tipo de envergadura» al posible accionar de este grupo, que «exhibe armas de puño, armas cortas y no se tratan de grupos organizados».

Incluso, minimizó la trascendencia televisiva de los integrantes de este grupo al señalar que el reportaje «se hizo a 20 cuadras del centro de Concordia, en una casa abandonada al lado de un parque y con fondos de cuarteles. No se trataba ni del impenetrable monte, ni de la Sierra Maestra», afirmó.

Según sostuvo Storani, las pericias sonoras hechas por los organismos de seguridad «determinan en esta ocasión» que el «verdadero apellido» de «la persona que en otra oportunidad se hace llamar comandante Chelo» es «Lima».

Fantoches peligrosos

Los supuestos «insurrectos» que ayer proclamaron televisivamente la «vuelta a la lucha armada» desde Concordia, realmente harían llorar de espanto a los montoneros de los «70.

Y sin embargo son tipos de cuidado. Días atrás casi provocan una tragedia en un hotel entrerriano al que trataron de incendiar porque la propietaria del establecimiento, a la vez funcionaria, no quiso darles un «subsidio».

Nadie se explica por qué en su momento no se los puso tras las rejas. Ahora, tras violar medio código penal con su proclama de neto corte subversivo, no basta con sacarlos de circulación, sino establecer fehacientemente quién les paga para concretar sus fechorías.

No son los únicos. Grupos similares operan en distintos puntos del país utilizando como plataforma legítimos reclamos populares. Son especialistas en cortar rutas, armar piquetes y bloqueos y hasta tienen tarifado su accionar. Por lo general son contratados por mentes estrechas de la oposición de turno. Son maestros a la hora de armar el alboroto y escurridizos al menor atisbo de la llegada de las autoridades. Si hay problemas, los platos rotos los pagan inocentes.

Para cualquier especialista, el «Comando Sabino Navarro» es una fantochada, aunque sería interesante desmenuzar qué inspiró a estos despatarrados a adoptar el nombre de uno de los fundadores de los Montoneros.

Por empezar los Montoneros-nacidos en la lucha clandestina por el regreso de Juan Perón- siempre actuaron en operaciones de guerrilla urbana y no rural -algo reservado al extinto Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)-.

También yerran al identificarse conlos zapatistas, que admiten cierto origen maoísta.

Por el lenguaje utilizado, los «guerrilleros» entrerrianos toman más de la ideología del ERP que la de los Montoneros. Claro que a juzgar por lo que se vio en tevé, ésos «comandos» parecen acostumbrados a la buena mesa y al mejor vino y no soportarían ni una semana en el monte. Pero esa es otra historia. (Infosic)


BUENOS AIRES (DyN).- El gobierno nacional relativizó ayer la importancia del supuesto grupo comando de Concordia, Entre Ríos, que advirtió sobre el retorno a la lucha armada, similar a la de los años "70, y calificó como "guerrilleros truchos" a sus integrantes, cuyo presunto jefe fue detenido por la Gendarmería.

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