Relleno de jardín
Teodorico: te comento que tuve la suerte de que me entregaran una vivienda en Valentina Sur de Neuquén y se me abren muchos problemas más que interesantes. Lamentablemente estamos urbanizando tierra productiva. Un problema es que el terreno del patio me quedó como medio metro abajo y tendría que rellenar. La tierra negra es muy cara y tendría que pensar en algo más barato primero y luego tierra negra. Esto más barato no tendría que perjudicar las posibilidades productivas de mi patio en cuanto a árboles frutales, huerta etc. ¿Con qué podría rellenar primero? ¿caliza mezclada con pedregullo podría ser? Saludos, Félix- Neuquén. Antes que nada, si se rellena con caliza no se podrá tener un jardín como el lector quiere, porque se producirá un piso duro e impermeable, que imposibilitará el drenaje del agua y acumulará sales. Por el contrario, lo más importante es asegurar un muy buen drenaje, punteando el terreno y eliminado todo resto de construcción o escombros. Si no hubiera ductos subterráneos, hasta sería posible pensar en pasar un subsolador tirado por tractor. De esa manera se tendrá la certeza de que el suelo permitirá drenar el agua y podrán respirar los sistemas radicales de frutales y arbustos, principalmente. En cuanto al relleno en sí… tierra “negra” no se va a conseguir en ningún lado, a lo sumo “tierra de chacra”, que está lejos de ser “negra” y se corre el riesgo de que tenga gramilla, la que nunca más se podrá eliminar. Para eso, lo recomendable es lo que llaman “tierra de jardín”, un eufemismo por tierra de la barda o de la costa del río, ambas arenosas. La de la barda suele ser de textura arenosa gruesa y mezclada con arcilla, lo que la hace interesante por el hecho de que con los riegos forma una superficie más resistente a la voladura. La de costa de río, es arena “voladora” o tipo médano, también arena pero de grano mucho más fino, lo que la hace más sensible al viento pero que se puede usar ahora en otoño, por la menor incidencia de vientos fuertes y por ser la época más adecuada para la siembra. De ambas, personalmente prefiero la de barda, siempre y cuando no sea salitrosa. Por eso… como dijo un santiagueño: “De algo hay que morir… y agarró una pala para trabajar”.
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