El hombre que golpeó a su expareja y le quemó la casa tiene una prohibición de acercamiento desde enero

Roberto Valdés, el hombre que golpeó a su expareja, le quemó la casa y escapó, tiene una prohibición de acercamiento desde enero, señaló la víctima a “Río Negro”.

El sujeto de 34 años es un trabajador rural y estaba casado con Mónica Albo de 31 que vive en Chacramonte. Actualmente están separados desde hace ocho meses y hace unos días finalizó el trámite del divorcio señaló la damnificada.

“Desde enero lo vengo denunciando, hice seis denuncias penales”, dijo Albo. La víctima contó que en ese mes se habían separado porque “él había cambiando, empezó a seguirme y después se fue de la casa”.

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Sin embargo a los días volvió y amenazó con suicidarse si no lo dejaban vivir de nuevo en la vivienda. “Entró con un cuchillo y decía que se iba a matar, se lo ponía en el cuello. Esa vez estaba con mis nenes y lo fui a denunciar a la policía”, recordó Albo.

“Teniendo la prohibición de acercamiento volvía a la casa y decía que quería a vivir con nosotros, me seguía al trabajo y cuando iba a comprar”, contó.

La víctima tiene cuatro hijos, el mayor tiene 15 años. Tres son hijos que tiene con el agresor y tienen cuatro, nueve y doce años. Los chicos estaban en la casa de una tía cuando ocurrió el hecho.

La mujer es empleada doméstica pero no tiene trabajo y tuvo que buscar otra vivienda.

Armado con un revólver y un cuchillo

Valdés esperó debajo de una cama a que llegara la mujer a la vivienda junto a un matrimonio amigo.

A las 6 comenzó a darle una violenta golpiza a la víctima. “Tenía un cuchillo carnicero, decía que me iba a matar, estaba enojado porque el jueves pasado había salido el divorcio y sabía que no íbamos a volver”, señaló.

Albo dijo que el agresor portaba un revólver y se lo mostraba y que con el cuchillo la quiso atacar pero intervino el matrimonio que estaba en la casa para ayudarla.

“Salí corriendo pero me alcanzó y me arrastró de los pelos, me tiró al piso me dio piñas y patadas y el perro de él también me mordió”, detalló.

La víctima contó que en enero cuando su ex se fue de la casa dejó en la propiedad un perro de raza Pit Bull, y este animal durante el ataque también le habría mordido las piernas y brazos.

Los amigos de Albo lograron empujar a Roberto para sacárselo de encima. “Corrí siete cuadras hasta el destacamento con mi amiga y su marido. En ese momento el aprovechó para incendiar la casa y escapar”, contó.

En el fuego se quemaron las denuncias que realizó la víctima, también documentación personal de ella y sus hijos, además de todas las perdidas materiales como camas, celulares, una heladera y otros electrodomésticos.

La mujer señaló que desde el municipio de Roca se contactaron con ella para ayudarla a reparar su casa.