SAO: Tenía domiciliaria y la detuvieron en el súper

POLICIALES

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Una joven de 25 años que debía cumplir prisión domiciliaria desde el 2011 por el asesinato de un anciano de esta localidad fue sorprendida el jueves en un importante supermercado, cuando intentaba hurtar junto a una chica de 18 años un carro con dos kilos de asado, bebidas alcohólicas y pañales.

El hecho ocurrió poco antes del horario de cierre del súper La Anónima. Al acudir a identificar a las sospechosas, las autoridades policiales constataron, no sin sorpresa, que una de ellas debía estar cumpliendo prisión en su domicilio.

Ambas fueron notificadas de la apertura de una causa por tentativa de hurto, aunque en el caso de la mayor de las imputadas, el caso fue también elevado a la Oficina de Presos y Liberados que funciona a nivel local.

La joven que burló el arresto domiciliario fue identificada como Rocío Pazos. Junto a su hermano Gerardo, fue condenada a 13 años de prisión por el asesinato de Santiago Ulloga, un hombre de 84 años que en mayo de 2008 fue hallado sin vida en su domicilio del barrio Fonavi de esta ciudad. Se descubrió que Rocío, quien conocía al anciano, utilizó esa confianza para acceder a la vivienda, posibilitando luego el ingreso de su hermano. Ambos maniataron y amordazaron a la víctima, que murió asfixiada con unos repasadores que introdujeron en su boca, mientras ellos huían con varias de sus pertenencias. Debido a que la chica estaba embarazada y no poseía antecedentes se le concedió el beneficio de comenzar a purgar la pena en su casa. Ahora, a raíz de lo ocurrido, la Justicia deberá rever la medida.

Según se supo tras el intento de hurto, no sería la primera vez que las dos mujeres (Pazos y una vecina suya) acudían al supermercado con los mismos dines. La modalidad era llegar juntas a la línea de cajas y generar la distracción de algún empleado, para lograr que la elegida para darse a la fuga lograra pasar sin pagar los productos. Debido a esto, ambas estaban bajo la mira del personal de seguridad del local, que no dudó en detenerlas y en llamar a la Policía en cuanto intentaron repetir la maniobra. Eso probaría también que Pazos habría estado violando su prisión domiciliaria desde hace tiempo.