¿Será el viernes de las hazañas argentinas?

AP

Del Potro se cruza con el invicto Djokovic en un partido que genera expectativa.

¿Quién sueña más, Juan Martín del Potro o Gisela Dulko? Los dos se enfrentan a un vieres de desafíos en Roland Garros. Si ganan podrán pronunciar sin complejos la palabra hazaña. Una hazaña que sería enorme en el caso de Del Potro, rival del serbio Novak Djokovic -juegan cerca de las 13:30 de hoy-, quien lleva 41 victorias consecutivas y no pierde desde el 27 de noviembre de 2010. Pero hazaña sería también para Dulko. La australiana Samantha Stosur es la número 6 del mundo y la finalista de 2010. No es la Djokovic del tenis femenino, pero… Claro, Gisela tampoco tiene el nivel ni los antecedentes de Del Potro. Ganarle a Stosur sería, para ella, 51 del ranking, algo no tan lejano a la sorpresa de un Del Potro superando a Djokovic. Para el Obelisco vencer a Djokovic sería un gran triunfo, un enorme golpe. Y una ayuda que agradecerá su compatriota Guillermo Vilas, tan amante de las estadísticas y de los récords. Djokovic acumula 41 victorias consecutivas, una cifra que lo iguala con el sueco Bjorn Borg y el suizo Roger Federer. Por encima de ellos sólo quedan el estadounidense John McEnroe (42), el checo Ivan Lendl (44) y Vilas, dueño, con 46 triunfos al hilo, de la mayor racha de la historia. “Está haciendo algo histórico, y es el gran favorito del torneo”, destacó Del Potro, quien después de un 2010 prácticamente sin jugar debido a una lesión de muñeca está volviendo con gran fuerza al circuito. El problema en la cadera, que lo llevó a no presentarse ante el español Rafael Nadal en Madrid, parece superado. Si la enorme sorpresa llegara, sería un impulso para la moral del tenis argentino, que después de varios años de impactos continuados atraviesa cierta meseta en los últimos tiempos, un estado que sólo podría verdaderamente sacudirse con la conquista de un título de Grand Slam o de la siempre esquiva Copa Davis. Son amigos, y el fútbol los une. Pero lo de hoy es tenis y no habrá amistad que valga a la hora de luchar por la victoria. Del Potro sabe que está volando mucho más alto de lo esperado, aunque Djokovic es hoy la gran nave espacial del tenis, que pronto mirará a todos desde lo más alto.