El concurso del IB50K del Instituto Balseiro deslumbró una vez más con talento y creatividad en Bariloche

La edición 15 del certamen ya cuenta con los tres ganadores: Calíape, una aplicación destinada a la salud con inteligencia artificial, Bio H41 que emplea una levadura para productos cosméticos y Odycell Nanotherapies, desarrolladora de terapias celulares para tumores sólidos, combinando nanotecnología e inmunoterapia.

«El primer premio, de 30 mil dólares, es para… Calíape«, leyó el conductor. La sala del Instituto Balseiro estalló en aplausos y en medio de un pasillo, dos jóvenes científicas se abrazaron sin poder ocultar su emoción.

Este proyecto basado en la inteligencia artificial aplicada a la salud resultó el ganador de la edición 15 del concurso IB50K, destinado a tecnoemprendedores, impulsado por el Instituto Balseiro. Fue definido como la posibilidad de «reconectar al médico con el paciente«. Consiste en una aplicación móvil que, usando inteligencia artificial, transcribe consultas médicas, genera historias clínicas precisas y envía indicaciones claras al paciente. Fue creado por estudiantes y graduados de la Universidad Favaloro.

Este año, el certamen IB50K registró un récord de 38 proyectos admitidos. «En total, en las 15 ediciones hemos tenido 100 proyectos finalistas. Se han postulado alrededor de 500 y más de 1200 emprendedores han pasado por el concurso. Gente que quiere desarrollar empresas de base tecnológica, proyectos que generen trabajo, una herramienta para transferir conocimiento al sector productivo», celebró Mariano Cantero, director del Instituto Balseiro, al tiempo que destacó la excelencia de todos los proyectos por su talento y creatividad.

Dos jóvenes científicas, las integrantes de Calíape, el proyecto ganador. Foto: Alfredo Leiva

Mencionó que el concurso «es posible» gracias a empresas e instituciones que hacen aportes económicos. Se entregan 50 mil dólares en premios.

En la primera instancia, siete proyectos resultaron finalistas. En la mañana del viernes, el jurado anunció las tres iniciativas ganadoras. La decisión fue por unanimidad. «Fue un desafiante proceso de selección», coincidieron los cinco integrantes.

Calíape resultó ganador, seguido por Bio H41 -que obtuvo 15 mil dólares- y el tercer puesto fue para Odycell que accedió a 5 mil dólares.

Culminó la edición 15 del IB50K. Foto: Alfredo Leiva

Médico y paciente

«¿Cuántas veces fueron al médico y sintieron que está más pendiente en registrar lo que están diciendo que, en escucharlos realmente? En Canadá, un médico pierde alrededor de 4 horas por semana en tareas burocráticas; en Argentina, unas 8 horas«. Así comenzó la barilochense Pilar Mendiburu la presentación de Calíape. Una joven de tan solo 23 años que vive en Buenos Aires y está a un paso de recibirse de ingeniera biomédica.

Al consultarle cómo surgió la aplicación propuesta, planteó que «es un problema cotidiano tanto de los pacientes como de los médicos que no saben como reducir la carga en tareas burocráticas«. Detectó este inconveniente al hacer las prácticas en la Fundación Intecnus, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en Bariloche.

El jurado en el momento del anuncio de los ganadores. Foto: Alfredo Leiva

«Aumenta la esperanza de vida y con ella, las enfermedades crónicas. Crecen las consultas médicas, los controles y los registros de documentación. Hay una sobrecarga del médico que sufre más estrés y a la vez, se produce frustración en el paciente. La consulta médica se convierte en un cuello de botella», remarcó.

A través de esta aplicación, comentó, el médico mantiene el registro de pacientes, con el detalle de las consultas transcriptas, procesadas por inteligencia artificial y un resumen para la historia clínica. Además, el paciente recibe las indicaciones en su teléfono celular.

«Se hicieron pruebas a través de 550 consultas y los resultados fueron buenos«, destacó Pilar, al tiempo que advirtió que hay modelos o aplicaciones con la misma funcionalidad en España, por ejemplo, «pero no están pensadas para el sistema de salud argentino, tan fragmentado».

La 15 edición del concurso se lanzó siete meses atrás. Foto: Alfredo Leiva

Otros de los proyectos destacados del IB50K del Balseiro


El segundo premio fue para Bio H41, un emprendimiento liderado por Diego Libkind, Martín Moliné y Matías Altilio, investigadores del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec), dependiente de la Universidad Nacional del Comahue y el Conicet.

Esta empresa biotecnológica está abocada al desarrollo de ingredientes naturales para la cosmética a partir de levaduras encontradas en lagunas de altura de Bariloche y la región, que contienen micosporina, una molécula con propiedades fotoprotectoras.

La levadura cuenta con un mecanismo que le permite mitigar o contrarrestar el daño que produce la radiación ultravioleta. Tiene propiedades antioxidantes, son antiarrugas y emolientes.

«Rhodoboost es un innovador activo cosmético natural desarrollado a partir de levaduras patagónicas. Sustituye filtros sintéticos, proponiendo una alternativa eficaz, segura y ambientalmente sustentable«, explicaron en la presentación.

El tercer puesto se lo llevó Odycell Nanotherapies. «¿Se imaginan un mundo sin cáncer? Hoy hay nuevas terapias como solución pero dos limitaciones. Una de ellas es el costo», manifestaron en la presentación los graduados del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).

Esta iniciativa desarrolla terapias celulares de nueva generación para tumores sólidos, combinando nanotecnología e inmunoterapia. Su plataforma utiliza dos tipos de nanopartículas para eliminar células inmunosupresoras del microambiente tumoral.

Este año, el certamen registró un récord de 38 proyectos admitidos. Foto: Alfredo Leiva

La 15 edición del concurso se lanzó siete meses atrás. Hubo actividades de capacitación, jornada de mentoreo y devoluciones de los proyectos.


Mariano Cantero, director del Instituto Balseiro. Foto: Alfredo Leiva

Ciencia, tecnología y producción

La doctora en Farmacia y Bioquímica, Graciela Ciccia, directora ejecutiva de la Cámara Argentina de Biotecnología y directora de Innovación de INSUD Argentina, formó parte del jurado en el concurso IB50K en Bariloche. «Estamos en un lugar de excelencia, de calidad científica tecnológica como el Instituto Balseiro, un orgullo para todo el país. Este concurso lleva 15 años promoviendo las vocaciones empresariales para generar empresas de base científica tecnológica«, destacó la científica que reconoció la dificultad de elegir entre todos los proyectos: «Hablamos de investigadores jóvenes con iniciativas de gran impacto».

Aclaró que, en la selección de las iniciativas, se tuvo en cuenta aquellas que estaban más cerca de poder llegar al mercado. «Por eso, el primer puesto fue para Calíape, una aplicación destinada a que los médicos puedan disponer de más tiempo con sus pacientes, grabando la consulta y traduciéndola a un breve resumen, con inteligencia artificial. Además de las indicaciones para el paciente», mencionó. Advirtió que este problema no solo se registra en Argentina sino que tiene un impacto global.

Graciela Ciccia, directora ejecutiva de la Cámara Argentina de Biotecnología. Foto: Alfredo Leiva

Destacó también la propuesta de Bio H41 basada en una levadura que «da un compuesto amigable con el ambiente diferente a los derivados del petróleo que se usan. Este grupo multidisciplinario de la Universidad del Comahue y el Conicet ya tiene el producto». En relación al tercer premio para Odycell, lo calificó como «una propuesta innovadora más accesible que las últimas terapias para el tratamiento del cáncer. Están menos avanzados, en una prueba preclínica, pero los premios son para estimular«.

Ciccia remarcó que este tipo de concursos fomenta la vinculación entre la ciencia, la tecnología y la industria. «Desde 2016 a la fecha, hay muchas startups en muchos puntos del país. Lo que tenemos que hacer es seguir insistiendo para que los científicos difundan de manera más accesible a fin de que el sector productivo se entusiasme e invierta«, consideró.

Respecto a la asunción de Graciela Bertolino, la primera directora mujer en la historia del Instituto Balseiro el próximo martes, aseguró que «genera una gran alegría». «Las mujeres tenemos que empoderarnos, ocupar espacios de poder que antes no eran accesibles. Ya hay muchos casos y en el caso del Balseiro, es completamente contracultural porque hay pocas mujeres estudiando. Invito a las jóvenes. La mirada de diferentes géneros influye muchísimo en la solución de problemas concretos», concluyó.


"El primer premio, de 30 mil dólares, es para... Calíape", leyó el conductor. La sala del Instituto Balseiro estalló en aplausos y en medio de un pasillo, dos jóvenes científicas se abrazaron sin poder ocultar su emoción.

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