Interlagos se volvió a vender, pero tiene un secreto que la distancia de Cipolletti

"Sabor patagónico y es de acá", volvió Interlagos con la misma etiqueta, misma variedad de sabores pero con un detalle que la hace distinta: el agua.

Al ritmo de «Interlagos, sabor patagónico y es de acá» volvió la gaseosa más querida, pero con una diferencia que la separa de su versión original, que se fabricaba en Cipolletti. Una de las características de la bebida era la calidad del agua patagónica que se usaba y hoy ya no es parte de la receta.

La Embotelladora Comahue, productora de la gaseosa Interlagos, fue fundada el 15 de noviembre de 1964 en Cipolletti por el empresario local y dirigente, Néstor “Quiti” García. En 2017 presentó su quiebra y sus puertas no volvieron a abrir.

Según explicó uno de los extrabajadores de la embotelladora, algunos años más tarde, la empresa Manaos compró la receta original de Interlagos y comenzó a comercializarla, misma etiqueta, mismos sabores, distinta receta.

De acuerdo a esta versión, hoy la reconocida gaseosa se produce en una fábrica ubicada en Bahía Blanca. Esto sin dudas afecta a la receta original ya que cambia un ingrediente muy específico: el agua.

Era el dueño de Interlagos quien en sus épocas de producción remarcaba que la gaseosa estaba hecha con agua patagónica especialmente tratada. Por lo que hoy, al dejar de ser producida en la región, perdió su místico sabor brindado por este ingrediente.

«La están envasando en Bahía Blanca. La frase ‘es patagónica y es de acá’ es mentira. El sabor es totalmente diferente. Es Manaos con la etiqueta de Interlagos», manifestó el extrabajador de la empresa a Diario RÍO NEGRO.

Fue la distribuidora de gaseosas ARS, la que anunció el regreso de la bebida. Los cuestionamientos sobre su sabor no tardaron en llegar y colmaron la sección de comentarios en la publicación. También fueron numerosos los interesados en adquirir el producto, marcando la nostalgia que les producía.

Trabajadores de Interlagos cobraron indemnizaciones: cómo fue el proceso


Hubo una quiebra de Embotelladora Comahue, la fábrica de gaseosas, que tramitó en el Juzgado Civil 1 y terminó con la venta del inmueble de la Ruta 22 y el pago a los extrabajadores.

Por otro lado, el inmueble que pertenecía a la distribuidora ubicado en inmediaciones de la calle Tres Arroyos de Cipolletti se subastó por 305 millones, otro inmueble ubicado en Las Grutas se vendió en 17 millones, más otra suma de dinero por la subasta de los vehículos.

La fábrica, al momento de la quiebra, mantenía deudas con los trabajadores y con el Estado (Rentas, Afip, etc), más otras instituciones como la Cámara de Comercio. En todo proceso judicial también se debió abonar los gastos de la quiebra: honorarios y el pago de seguridad para los inmuebles de ser necesario.

La ley de quiebras le otorga prioridad al momento de cobrar a los trabajadores. Es decir que sus deudas son las que primero se saldaron.


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