Las dudas de la madre del soldado muerto en Las Lajas

ROCA (AR)- La muerte le llegó demasiado temprano a Néstor Leandro Paz. Tenía sólo 22 años y soñaba desde hace tiempo con comprometerse con el gran amor de su vida en apenas pocos días más. Y ya había decidido, a fin de año, dejar las filas del Ejército para ingresar a la Policía Federal. El sábado por la tarde tras una explosión en el cuartel de Las Lajas, una esquirla le alcanzó el abdomen, y ayer a la madrugada todos sus sueños se desmoronaron. A la 0:30 murió.

Sandra Salinas, la mamá de Néstor Paz, se esfuerza por calmarse y mantener a raya tanto dolor. Porque necesita contar lo poco que conoce. Porque necesita saber más. No entiende qué hacía su hijo, quebrado y recuperándose de una fractura en una muñeca, en el lugar donde se hacían las prácticas con explosivos. No sabe por qué, tras el accidente, le dijeron que estaba estable, y cuando fue trasladado a una clínica en Neuquén “llegó con respirador artificial”, inconsciente. Tampoco sabe por qué no recurrieron a “otros medios” para atenderlo, y por qué no le rindieron “todos los honores que mi hijo se merece por ser un soldado argentino” a la hora de su entierro.

“Estoy dolorida. Me arrancaron una parte de mi vida”, dijo ayer, desconsolada, mientras velaba a su hijo, en Roca. “No tengo información, me han dicho que estaba en el campo de entrenamiento haciendo prácticas de voladura, una práctica habitual… y me llamaron para pedir el grupo sanguíneo porque había sufrido un accidente”.

“Me dijeron que lo habían internado en Zapala, que estaba estable. Decido viajar y cuando llego al Batallón dijeron que habían decidido trasladarlo a Neuquén. Y cuando llegó ya estaba con respirador. En ningún momento reaccionó”.

“Dicen que le saltó una esquirla en el estómago. Yo no tengo otra información, es lo que me han dicho, sólo me guié por la parte del Ejército y los médicos de la clínica”, explicó la mujer.

“Tardaban en darme información”

“Tardaban mucho tiempo para salir a darme información. El segundo parte me lo dieron al otro día (del accidente) y me dijeron que ya era irreversible, que tenía afectados los órganos y los riñones. Al tercer parte médico, la doctora me comunica que ya tenía muerte cerebral y que como había llegado en tan mal estado ya habían hecho lo humana y tecnológicamente posible”, aseguró Sandra Salinas, aturdida.

“Yo no tengo más información, es lo único que me han dicho, y esa es la mayor intriga que tengo. Si al principio me dijeron que no tenía los órganos afectados… y después… En la clínica me dijeron: a su hijo se le echó a perder todo adentro”.

“Era una excelente persona. A punto de ingresar a la Policía Federal. A mí me van a tener que informar las cosas, necesito saber, porque a mi hijo no me lo devuelve nadie”, finalizó Sandra.

Familiares, amigos y pares del joven y autoridades del Batallón de Ingenieros de Montaña VI acompañaron ayer por la tarde el sepelio.

Sandra Salinas habló en el velatorio del joven


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