¿Por qué no sería bueno eliminar los basureros a cielo abierto?

Una ley provincial establece que queda solo un año para erradicar los basureros a cielo abierto. En esos lugares hay un nuevo ecosistema al que pocos tienen en cuenta y al que algunos científicos comienzan a mirar con lupa. Investigadores de la Universidad Nacional del Comahue y Conicet afirman que los basurales representan una fuente de alimentos para aves, roedores y felinos, entre otros y si se decide su cierre abrupto podrá generar un fuerte impacto.

Los investigadores alertan sobre el lado B de los impactos de algunas políticas, que a priori son necesarias y buenas. El Grinbic, es un Grupo de Investigaciones en Biología de la Conservación, que está conformado por profesionales del Conicet y del Comahue ubicados en la región Patagónica, con colaboraciones en todo el mundo. Cada uno de ellos, desde su lugar aborda problemáticas referidas a la biología de conservación.

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El veterinario Pablo Plaza, egresado de la UBA, y doctorando en la UNC, trabaja en Villa La Angostura con el tema de subsidios de alimentos en forma de basura y los impactos que provocan. Explicó que “los basurales pueden generar efectos positivos y negativos sobre las especies que los usan y otras que se encuentran en su periferia”. Por ejemplo “los residuos que dejamos tienen alimentos y algunas especies los aprovechan”.

Eso por un lado las ayuda porque es comida fácil, pero pueden tener bacterias, o tóxicos que producen efectos nocivos. En nuestro trabajo planteamos que la basura genera que se formen potenciales nuevos ecosistemas en los que algunas especies prosperan porque se adaptan a utilizar ese recurso”, dijo.

Estos sitios también albergan y favorecen la proliferación de ciertas especies invasoras, tanto de plantas como de mamíferos que generan impactos negativos en el ecosistema. Además emanan olores y lixiviados que se pueden extender varios kilómetros.

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“No debe haber basureros a cielo abierto pero no se deben cerrar de manera abrupta, sin tener en cuenta el impacto ecológico que pueden desencadenar. Hay que tener en cuenta los problemas que generará su cierre. Los animales pueden morir o depredar sobre las especies de alrededor”, comentó el veterinario.

En su tesis realizada bajo la dirección de Sergio Lambertucci, Plaza compara el ave carroñera jote de cabeza negra que come en basureros y el que come en estepa de forma más natural. Mediante la toma de muestras de sangre y bacteriológicas, alerta que es importante tener en cuenta la salud de los animales que habitan los basurales y que las bacterias que los jotes negros adquiere en basureros, no sean transmitidas a especies amenazadas, como el cóndor Andino.

“Hay que poner atención a la hora de generar políticas de manejo de basura, tanto en el cierre como apertura de basurales”.

Veterinario Pablo Plaza, egresado de la UBA y doctorando en la UNC

Diez años

En La Angostura, las gaviotas que comen en el basurero pueden buscar otras fuentes de alimentación y depredar colonias de cormoranes imperiales.