Se estrenó la película de Brasil filmada en Bariloche: «Más allá de las rivalidades, hay espacio para el intercambio y pasarla bien»
El director de Casi Familia, Felipe Joffily, y el reconocido actor Leandro Hassum dialogaron con diario RIO NEGRO. El rodaje tomó cinco semanas y se contrataron equipos de esquiadores profesionales para las escenas de acción.
En plena temporada de invierno, cuando miles de turistas brasileños recorren Bariloche, se estrenó la película “Casi familia” (Familia, pero no mucho es el título original) en Netflix. Combina humor, rivalidades culturales y escenarios naturales deslumbrantes y si bien fue coproducida entre Argentina y Brasil, fue filmada íntegramente en Bariloche.
Se trata de una comedia familiar sobre un padre celoso que debe aceptar que su hija brasileña se casará con un argentino, cuya familia vive en Bariloche.
“Elegimos Bariloche justamente para explorar los contrastes, tanto de paisajes como de culturas: desde las montañas cariocas hasta la nieve patagónica, y del modo de ser brasileño al argentino. A pesar de las diferencias, somos mucho más parecidos de lo que parece”, dijo el director del film, Felipe Joffily, a diario RIO NEGRO.

La historia, añadió, “juega con esas diferencias de una manera liviana, mostrando que, en el fondo, los opuestos se atraen. Es una película sobre encuentros, sobre buscar armonía en medio de las diferencias y sobre cómo, incluso en medio de las desventuras, las familias pueden acercarse y divertirse juntas”.
La idea original es de Vitor Brandt; mientras que el guión estuvo a cargo de Leandro Soares y Lucas Bianco que “intentaron captar con mucha sensibilidad y humor las sutilezas de esta convivencia entre familias de diferentes culturas. Le dieron un enfoque ligero y divertido a temas que forman parte de nuestro día a día”.
El rodaje se llevó a cabo durante cinco semanas, entre agosto y septiembre de 2024. Las principales locaciones fueron el Centro Cívico, el cerro Catedral, el Club Hotel Catedral, Piedras Blancas y el aeropuerto de Bariloche.

El director advirtió que lo más interesante “del detrás de escena” fue la imprevisibilidad del clima. “Durante la visita técnica, el equipo encontró las locaciones cubiertas de nieve, el escenario ideal para las escenas planificadas. Pero cuando volvimos a filmar, la nieve ya se había derretido. La solución fue reorganizar el cronograma y arrancar con las escenas interiores, mientras todos cruzábamos los dedos para que nevara de nuevo. Por suerte, la nieve volvió a tiempo y todo salió perfecto”, comentó Joffily.
Contrataron equipos locales de esquiadores profesionales para las escenas de acción. “Tuvimos una parte exclusiva de la montaña en el Cerro Catedral solo para el rodaje y se armó una pista especial en el Cerro Otto para las escenas de culipatín. Los primeros planos se filmaron con los actores en trineos remolcados por vehículos de nieve”, comentó.

El actor argentina Gabriel Goity interpreta al suegro argentino, clave en el choque cultural. Leandro Hassum, un reconocido actor de Brasil, es el padre de la novia. La idea, mencionó, es que “personas de distintas generaciones puedan juntarse a ver la película, reírse y emocionarse juntas. Las historias contadas en la pantalla tienen ese poder de acercar y crear recuerdos afectivos, y esperamos sinceramente que el público termine la película con una sonrisa y un corazón más liviano”.
“¿Por qué se decidió abordar la rivalidad cultural entre ambos países?, ¿qué tanto impacto tiene en Brasil?«, se le preguntó al acto. “La rivalidad entre Brasil y Argentina forma parte de nuestro imaginario colectivo, sobre todo en el fútbol, pero quisimos mostrarla de una forma liviana y sana”, dijo Hassum.

Aseguró que, durante el rodaje en Bariloche, se sintió “muy bien recibido”: “Pude notar cuánto tenemos en común, más allá de todas las diferencias culturales. La interacción con los colegas argentinos fue increíble y enriquecedora. Cada país tiene sus bellezas, sus particularidades y sus valores, y justamente eso es lo que hace especial a cada uno. La película muestra que, detrás de las rivalidades, hay mucho espacio para el intercambio, el aprendizaje y, por supuesto, para pasarla bien y reírse mucho”.
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