Un científico argentino desarrolló una vacuna contra el cáncer de piel

Se trata del médico argentino José Mordoh. La vacuna terapéutica se usa en los primeros estadíos de la enfermedad y estaría disponible a partir de marzo.

Treinta años atrás, el médico argentino José Mordoh tomó la decisión de estudiar el melanoma, un cáncer de piel que era muy temido aunque poco conocido. Con tres décadas de investigación, logró desarrollar una vacuna terapéutica que se usa en los primeros estadíos de la enfermedad y estaría disponible a partir de marzo.

«Fue un camino largo. El primer paso fue tratar de entender cómo funcionaban las células del melanoma en el laboratorio. Partíamos de la idea de que el sistema inmunológico podía controlar el cáncer en general y más particularmente el melanoma», expresó Mordoh, director del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer e investigador emérito de la Fundación Instituto Leloir.

Según indicó, había indicios de que el melanoma despertaba un cierto rechazo del sistema inmunológico aunque no lo suficiente como para evitar que el tumor crezca.

Las pruebas arrancaron en ratones en los laboratorios de la Fundación Instituto Leloir. «Fuimos combinando una serie de células para ofrecer al sistema inmunológico una gran cantidad de antígenos. La idea fue inmunizar con muchos antígenos (sustancias reconocidas por el sistema inmune que despiertan alguna reacción. Puede ser un microbio, un virus o una proteína)», precisó.

En el 2000 comenzó una larga marcha de ensayos clínicos. Se probó si las vacunas eran seguras, si no eran tóxicas y se verificó si eran efectivas para controlar las metástasis de los pacientes. «La idea, comentó el médico, es tratar de usar esta vacuna terapéutica lo antes posible cuando se despierta la enfermedad para impedir que posibles micrometástasis crezcan».

Los ensayos clínicos abarcaron más de 100 pacientes y de acuerdo a los resultados, se comprobó que era eficaz para impedir que la metástasis creciera.

Finalmente, Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) aprobó la vacuna como «medicamento condicional», esto significa que los primeros pacientes que se traten con la vacuna deben ser seguidos muy de cerca.

El Laboratorio Pablo Cassará licenció la patente, está a cargo de la producción y ya presentó el primer lote a la Anmat, el requisito previo para que se libere un producto nuevo para su comercialización.

Mordoh explicó que se trata de una vacuna se aplica en el brazo y consiste en unas diez dosis en el transcurso de dos años, con «una frecuencia decreciente».

¿Por qué el foco se puso en los melanomas y no en otros tipos de cáncer? «Porque despierta una reacción inmunológica y es una enfermedad muy seria que afecta cada vez a más gente. No tenía un tratamiento disponible. Para otro tipo de tumores hay muchos tratamientos disponibles. Hasta hace 10 años se usaba el interferon, con bajos resultados», respondió.

A partir de su investigación, Mordoh fue contactado por científicos de España y Estados Unidos que quieren saber de la vacuna porque «la gente empieza a preguntar». «Hay que seguir adelante y el gobierno debe comprender que la ciencia es importante y hay que apoyarla no solo al nivel de la investigación sino de la aplicación. También hay que fortalecer a la industria farmacéutica. No todo tiene que venir de afuera», concluyó Mordoh.


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