UNCo solidaria: conciertos corales para llevar víveres y ropa a merenderos comunitarios

El sábado a las 19.30 se realizará el segundo en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue. La entrada es un alimento no perecedero o ropa de abrigo que serán entregados al merendero Plato Feliz del barrio Almafuerte II de la ciudad de Neuquén. Los conciertos continuarán los primeros sábados de cada mes.

«La universidad pública dejó de ser hace muchos años solamente formadora de profesionales. Esta pata académica, de enseñanza, de investigación y producción de conocimientos está garantizada. Pero también está esto que es el compromiso social que se materializa en el vínculo con la sociedad y los territorios; pensando en eso surgió la idea de aprovechar esto que funciona tan bien en términos de convocatoria para ponerle una mirada solidaria», explicó el secretario de Extensión de la Universidad Nacional del Comahue, Damián Cancelo.

¿A qué viene todo esto? No hace falta decir que la UNCo tiene su propio coro que desde 1980 viene presentando espectáculos de prestigio y que año a año, colmaron el Aula Magna de la casa de altos estudios. Y en el presente, le dieron una vuelta de rosca pensando en la situación social de los que menos tienen. Una universidad agobiada por al crisis presupuestaria, como todas las universidades públicas del país pero que no descuida su mirada social.

El próximo sábado 1 de junio, se realizará el segundo encuentro coral, a partir de las 19.30, en el que los anfitriones recibirán la visita de los coros polifónico de Cipolletti y de Cutral-Co y Plaza Huincul, que desembarcan en el auditorio Salvador Allende por primera vez. La entrada es una alimento no perecedero o ropa de abrigo, que luego será entregado al merendero Plato Feliz del barrio Almafuerte II de la ciudad de Neuquén.

La primera experiencia se realizó el 4 de mayo pasado, a sala llena y lo recolectado se entregó al merendero de la CTEP del Barrio 7 de Mayo. Este sábado van por más. Todo lo que aporte el público será entregado al merendero Plato Feliz del barrio Almafuerte. Hay una particularidad que suma y mucho. Los encargados de llevar adelante tremenda tarea en los merenderos y comedores participan de los encuentros corales, cuentan su realidad y dan fe de que lo que reciben se entrega a las familias que no tienen casi nada. O nada, porque cuando falta un plato de comida en la mesa de una familia, es no tener nada.

«De alguna manera se visibiliza esa realidad, es ponerlos en evidencia. En este segundo encuentro va la gente del merendero Plato Feliz, son todas mujeres. Esto hace que la gente se relacione con el merendero, pero también deja un contacto para que el día de mañana las personas que quiera colaborar sepan donde ir», agregó Cancelo.

Estos conciertos no paran. Desde la secretaría de Extensión de la UNCo se está planificando para el resto del año un nuevo cronograma. «Hay varios comedores que nos preguntan cuándo les va a tocar a ellos y en ese camino estamos. No somos acción social pero insisto en que es el compromiso social que tiene la universidad pública», aseveró el secretario universitario.


"El último bastión del Estado de bienestar"


Ya lo dijo hace días atrás, la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile. «La universidad pública es el último bastión del Estado de bienestar. Equipara oportunidades». Para Cancelo esta frase se vio reflejada en la marcha del pasado 23 de abril en defensa de la educación superior pública que tan solo en la capital neuquina, reunió a más de 30.000 personas.

«No solo era una marcha de la comunidad universitaria. Era la sociedad en su conjunto. La UNCo tiene la particularidad de estar muy involucrada en su territorio que sigue expandiéndose. Aún con el apriete presupuestario seguimos buscando la manera de llegar a donde todavía no llegamos y que la gente llegue a la universidad. En esa reciprocidad, en momentos de crisis es cuando más hay que reforzarla», agregó el secretario.


"Hacemos lo que podemos", la voz de Mariela encargada del comedor "Plato Feliz"


Mariela se levanta todos los días antes de que el sol aparezca en la barda agreste del barrio Almafuerte II de Neuquén. Se va a trabajar como asistente de casas de familia y regresa a su hogar para elaborar las viandas que ofrece el comedor Plato Feliz, que el sábado recibirá las donaciones de quienes asistan al concierto del coro universitario.

Por la cantidad de alimentos que recibe en el comedor que habilitó en su casa con cocina pequeña, una habitación y baño, solo puede elaborar el almuerzo dos días a la semana, en una olla que ella compró con sus ahorros.

Hace magia, porque según asegura, los alimentos llegan tarde, no llegan o cuando llegan no están en condiciones. «De una bolsa de zanahorias, después de la selección te queda medio kilo», dijo. Aún así se las rebusca todas las semanas. Hoy fue la seleccionada para recibir la ayuda de todo lo que se recolecte en el concierto del sábado en la UNCo.

Está superemocionada, no solo por lo que significa esta historia; sino también porque ese mismo día es su cumpleaños. Mañana jueves cumpliría años su mamá y hoy sería el cumple de su papá, que hace poco tiempo fallecieron. Fueron los que le enseñaron el valor de la entrega al otro.

Con respecto a la oportunidad de este concierto en ayuda a su comedor, Mariela sostuvo: «Es una bendición. Es como que Dios nos estaba guiando para conseguir cada día las donaciones. Lo que necesitábamos para ayudar al otro porque es impresionante la necesidad del otro. Ayudar para seguir ayudando, de eso se trata», dijo la mujer.


"Nuestras herramientas al alcance de todos"


Manuela Saralegui es la directora del Coro de la Universidad Nacional del Comahue, una de las impulsoras junto a la secretaria de Extensión, de este proyecto cultural y solidario. «Poner nuestras herramientas al alcance de los que más lo necesitan. Eso es la universidad pública», sostuvo.

Siendo conscientes de la enorme crisis que atraviesan los comedores y merenderos, esta agrupación eligió sumar a su propuesta cultural la posibilidad de dar una mano. «El primer concierto fue impresionante, hubo mucha gente que se acercó a traer alimentos y ropa de abrigo que para estos días de tanto frío es absolutamente necesaria», dijo la directora.

«Esto es un poco la tarea de la universidad pública, estar en sus comunidades. La actividad del coro es una actividad colectiva y la posibilidad de devolver un poco de todo lo que recibimos es emocionante. Sobre todo para los que menos tienen y que tan mal la están pasando», agregó Saralegui.

El Coro de la UNCo no está ajeno a la crisis financiera que ahorca a las universidades públicas, pero le sigue danto pelea. «Los coreutas son todos vocacionales, hay estudiantes de la UNCo, estudiantes de la Escuela de Música, docentes, no docentes, jubilados, incluso personas que no pertenecen al ámbito académico. De eso se trata este coro. Y por suerte, la sociedad acompaña, valora y apoya la educación pública, pero lamentablemente el gobierno hace oídos sordos», concluyó la docente. El coro está integrado actualmente por 50 coreutas que se mostrarán el sábado en el escenario solidario del Aula Magna de la Universidad del Comahue.


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