Soria impugnó a Cortés y el peronismo suma tensión

El oficialismo reclamó anoche que impidan al legislador ser candidato a presidente del partido. También pidieron "bajar" a su hermano Walter y a Saigg. Tildan la medida de "hitleriana".

El justicialismo rionegrino ingresó anoche a la etapa más tensa desde que inició el proceso para renovar su conducción partidaria.

Fue cuando los apoderados de la lista «Celeste y Blanca 17 de Octubre», que propone a Carlos Soria a la titularidad del partido, impugnaron a los principales candidatos del sector «Azul» por «inconducta partidaria grave».

En este marco, se pidió invalidar las candidaturas de Daniel y Walter Cortés, aspirantes a la presidencia y una vocalía del Consejo respectivamente, y la de Miriam Saigg, quien ocupa el segundo lugar en la lista opositora.

La Junta Electoral del partido tiene 48 horas hábiles para tomar una decisión. Si acepta el planteo del oficialismo, el sector Azul podrá conformar nuevamente su lista. Caso contrario, Soria sería proclamado sin votación.

De todas maneras, la posibilidad más concreta es que la discusión se traslade al ámbito de la Justicia.

A Daniel Cortés se lo impugnó por haber protagonizado la ruptura del bloque justicialista de la Legislatura, situación prohibida por la Carta Orgánica, por ser firmante de la plataforma electoral del Frente para la Victoria y por votar permanentemente junto con el radicalismo temas claves en contra de la posición de su partido, entre otros.

A Walter Cortés, actual consejero del PJ y por lo tanto autoridad partidaria, se reprochó su apoyo público a la candidatura del radical Marcelo Cascón para la intendencia de Bariloche y se habría incluido como documento declaraciones suyas haciendo referencia a un aporte de entre 1.000 y 1.500 votos en la reciente elección al jefe comunal.

Contra Saigg se advirtió su condición de funcionaria en el área del Ministerio de Gobierno y haber apoyado la campaña del actual ministro José Luis Rodríguez para la intendencia de Roca.

Los impugnantes destacaron que ninguno de los tres cumplen con los requisitos establecidos por la Carta Orgánica del partido que exige observaciones de las autoridades partidarias, cumplimiento de la plataforma electoral y aportes partidarios, entre otros.

Hay que resaltar que esta no serían la únicas impugnaciones, sino que se esperaban otras locales.

La decisión del oficialismo generó reacciones desde todo el territorio provincial.

Entre los más críticos estuvo el concejal jacobaccino José María Ramallo, quien dijo estar «preocupado y triste» por el manejo del partido, donde «lo que importa son los nombres, los cargos y los intereses de pocos».

«Ahora se pretende mostrar una disciplina hitleriana cuando nada se hizo con dirigentes que fueron candidatos del MARA o del Frente Grande porque no se animaban a una interna limpia y transparente», dijo antes de resaltar que pasó lo mismo «con aquellos que siendo candidatos por el PJ arreglaron con los radicales para hacer perder a Costanzo, Soria o Pichetto».

Luego dijo no avalar la utilización del partido para sacar tajada en arreglo con el gobierno de turno pero consideró que «es más sano y honesto incorporarse a un esquema electoral y programático ocupando un cargo o función, que traicionar para acomodarse dentro del partido perjudicando a cientos de compañeros».

(AV / AJ / Redacción Central)


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