«Southern Winds fue creada para el narcotráfico»

BUENOS AIRES (ABA) . – Los diputados nacionales procedentes de la actividad sindical aeroportuaria, Alicia Castro y Ariel Basteiro, fijaron distintas posturas en relación al caso de contrabando de cocaína a través de Southern Winds (SW).

Mientras Basteiro apuntó todos los cañones sobre la Fuerza Aérea por ser la encargada de los controles; Castro dijo coincidir con la durísima postura de la fiscal de la causa penal en el sentido que SW fue «creada ad-hoc» para el narcotráfico con subsidios del Estado. Hizo hincapié además en la conducta de Aeropuertos 2000 -indicando que su titular Eduardo Eurnekián era también dueño de SW-, a la vez que advirtió sobre responsabilidades políticas del gobierno.

Basteiro se mostró satisfecho con la constitución del organismo civil (Policía de Seguridad Aeroportuaria) que conduce Marcelo Saín, dado que «junto a Nigeria, Argentina era el único país que delegaba el contralor en la Fuerza Aérea» .

La legisladora de centro-izquierda distinguió el modus operandi del caso conocido hace unos días de tráfico de éxtasis a través de un avión de Aerolíneas Argentinas, al que consideró similar al de las llamadas «mulas» que transportan estupefacientes.

Sin embargo, el titular de SW, Juan Maggio, acusó a Castro de responder a los intereses de Aerolíneas Argentinas expresando que las denuncias coincidieron con el momento en que SW empezaba a vender viajes a España con precios competitivos. ¿Es acaso SW la primera aerolínea en la que descubren droga?, se preguntó Maggio a la vez que subrayó que Aerolíneas Argentinas también tenía la ruta Córdoba- Tacna.

La diputada aludida rechaza la acusación de favorecer tal monopolio, añadiendo que no se opone a la competencia de líneas privadas pero «con otros fines».

Por otra parte, la misma se mostró sorprendida del cambio registrado esta semana en la dirección de la Aduana (con la salida de Javier Jáuregui), advirtiendo que su administrador General, Ricardo Etchegaray había admitido días atrás que Aeropuertos 2000 solía impedir el acceso a los funcionarios de aduana.

En tanto Basteiro subrayó precisamente que la salida de Jauregui y no la de Etchegaray indica que se trata de un «fusible», en tanto que si se precipitara la ida de este último sí sería una señal de un costo político para el gobierno nacional.

Castro se refirió a la «responsabilidad política» del Secretario Nacional de Transporte, Ricardo Jaime, pues «de no conocer el tráfico de drogas sería ineficiente y de saberlo, cómplice».

La representante del Frente para el Cambio incluso recordó cuando un comandante de emergencia fue relevado del cargo por dicha secretaría por demorar quince minutos la salida de un viaje de SW

A ello Jaime respondió con dureza que él viajaba indistintamente por SW o Aerolíneas y que cumplió con el mantenimiento de LAFSA acordado en la gestión presidencial de Eduardo Duhalde.

«Estamos ante una red de narcotráfico que puede hacer temblar las instituciones democráticas, le pido al presidente que lo interprete», llegó a afirmar Castro. En cambio, Basteiro destacó que más allá del caso de la salida de droga por Ezeiza (de por sí preocupante) si se quiere enfatizar en el tema del narcotráfico hay que mirar hacia muchos lados como el nordeste argentino, y a otras vías de transporte como el terrestre y ferroviario.

«Hay que evitar utilizar políticamente la cuestión», disparó Basteiro quien en cuanto a la participación de Jaime se limitó a criticar su rol en la concesión de los subsidios otorgados desde la cartera a su cargo.

Basteiro deslizó que hay que profundizar sobre las responsabilidades que podrían alcanzar a cierto nivel de SW, a la propia aduana e Interpol, pero insistió en que la principal función de control estaba centralizada en la Fuerza Aérea.