¿Te irías en bicicleta desde Roca a Las Grutas? Ella lo hizo, sola, y cuenta todo

Susana Seifer comparte el viaje que hizo el fin de semana pasado desde el Alto Valle al balneario rionegrino. Con algo más de 60 años de edad, esta profesional adhiere a estos desafíos porque “mejoran el alma”. ¿Cómo lo hizo?

AVENTURA PERSONAL/ TESTIMONIO

“Sinceramente al viaje en bici Roca-Las Grutas lo programé sin mucha anticipación. Siempre que iba en auto a Las Grutas me tentaba la idea de hacerlo en bici. Cuando comentaba este deseo a mis amigos me decían qué era una locura hacerlo sola. Para mí no era inconveniente; sí me preocupaba el último tramo que es desde Pomona. Desde ahí no hay señal ni lugar donde parar ante cualquier inconveniente.

“Lo hice finalmente este fin de semana largo último, ideal porque iba a ver mucho tráfico y no iba a estar tan sola ante cualquier eventualidad. Experiencia en distancias largas sería la segunda vez: el año pasado me fui desde San Martín de los Andes hasta el Bolsón. He ido al Chocón y he vuelto en bici al día siguiente. Voy a Chimpay para la fecha de Ceferino desde hace aproximadamete diez años. Salgo a pedalear en Roca a “Las Tres Cruces”, Allen… en fin estoy permanentemente en actividad. Voy todos los días al gimnasio, hago indoor y musculación, ello me ayuda a la resistencia, además de fortificar mi espalda. También me gusta trota. A todo ello he incorporado yoga. También he realizado trekking en la montaña.

En junio del 2013 hice el Camino del Inca.

Además de la preparación física -en ello no hay qué improvisar- es importante poner actitud y deseos de hacerlo. Son metas que hay que proponérselas y llevarlas a cabo. La satisfacción de haberlo cumplido es inmensa, y para ello no hay edad. Pero sí es importante no exigirle al cuerpo, más de lo qué nos pueda dar: esto lo tengo clarísimo.

Sentir los aromas, el olor a la tierra…a las flores silvestres…el canto de los pajaros al amanecer y al atardecer,sentir la brisa en el rostro es maravilloso cuando uno sale a recorrer la naturaleza…Ya quiero salir nuevamente, se imaginarán.

Con respecto a mi viaje a las Grutas lo planifiqué durante dos días. Pensé en salir el viernes (28/2/04). Primera etapa: Roca-Pomona o Lamarque, donde consiguiera alojamiento y luego destino final.

Pero ocurrió lo siguiente: el jueves por la mañana, ya con mi bici preparada me dieron deseos de salir. Las dos estábamos ansiosas y me felicito de haber tomado esa decisión. Hacerlo en tres etapas me permitió disfrutarlo más.

Salí el jueves a las 14 con la idea de llegar a Chimpay, primera etapa. El viento sudeste no me permitía avanzar más rápido pero no me preocupaba, iba feliz. Llegué a Chelforó a las 19. Quedaban como 40 km más para llegar a Chimpay y se iba a hacer muy tarde. Decidí pasar la noche allí y cenar, en un hospedaje qué hay sobre la ruta.

A la mañana siguiente, muy temprano (a las 5) partí para Lamarque. Las luces de mi bici me guiaban, como también las luces de los autos, el tráfico era constante. Con un cielo estrellado y una brisa que acariciaba mi rostro partimos. Ver el amanecer fue fantástico… con ese cielo tan despejado.. sentir el canto de los pájaros… todo me sabía a una sinfonía. Cada kilómetro recorrido era (y es) un logro, es aproximarse a la meta.

Llegué a Choele Choel al mediodía. Mi segunda etapa era Lamarque pero al pasar por Beltrán me tentó el parador Los Gringuitos donde almorcé. Luego continué mi viaje hasta Lamarque donde tenía hecha mi reserva. Ahí tuvimos un reparador descanso.

A la mañana siguiente salimos muy temprano -a las 5- rumbo a nuestro destino final que era el que me preocupaba, Quedaban como 200 kms y me seguía acompañando el viento del sudeste. También era una noche despejada y el lucero se veía espléndido, era una guía en mi camino. La zona es muy arbolada y el aroma de los árboles lo potenciaba la humedad de la noche.. Estaba bien y me sentía segura a pesar de la preocupación lógica, y nuevamente disfrutar de otro amanecer. El tránsito era tremendo; terrible los camiones. Pero iba muy atenta, mis paradas son únicamente para abrigarme o desabrigarme, reponer el agua en mi caramañola que llevo bastante en mi alforja.

Fue muy emocionante llegar al Solito, un lugar tantas veces visto y que no le había prestado nunca la atención suficiente. Además fue el único lugar de referencia que dejaba a mi hermana que venía de Roca.

Así fueron los kilómetros recorridos hasta llegar al tan ansiado destino: a los últimos no los recordaba con tantas subidas. A lo lejos ver el mar fue emocionante (anduve lagrimeando un poco) como también ver el indicador que me guiaba a Las Grutas… me parecía mentira. Físicamente llegué muy bien, mis piernas, mi cabeza me respondieron (soy una mujer grande). Mi bici también respondió perfectamente. Ambas hacemos un muy buen equipo.

Son experiencias vividas muy recomendables. El viajar sola no debe ser un impedimento; sí se debe salir preparada para cualquier eventualidad. Ser responsable con uno mismo y con el resto es básico.

Ya estoy programando un nuevo viaje que será a la cordillera”.

Susana Seifer

Producción: Horacio Lara

hlara@rionegro.com.ar


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