Un fútbol normal

juan mocciaro jmocciaro@rionegro.com.ar

Acorralado por los tiempos electorales propios y ajenos, el fútbol argentino amaga con volver a abrirle las puertas al público visitante, al menos en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, por iniciativa de su gobernador y también candidato a presidente de la Nación, Daniel Scioli. En realidad, se trataría, de concretarse, de una medida muy breve ya que incluirá un muy reducido número de hinchas en estadios muy puntuales. De hecho, será en un sólo partido de Primera División por fecha. Desde siempre se supo que el público visitante nunca fue el problema, sino las barras. De hecho, el público visitante podría volver masivamente cualquiera de estos días y es probable que no pase nada porque el problema es la barra brava. Fue por ellos que se cerraron las puertas a los visitantes hace ya dos años. Desde entonces se hizo de todo menos disolver las barras. Hace unos días, el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, reveló que “las barras están financiadas”, todo un hallazgo por cierto. Nadie hasta ahora hizo nada por cortar con esa financiación que les da la única razón de ser a las barras: la guita alrededor del fútbol. La plataforma política de Marcelo Tinelli para gobernar la AFA desborda de propuestas innovadoras en marketing y negocios. Sin embargo, todo eso ya está. El fútbol es un gran negocio al que, gracias al Estado nacional, le sobra plata. De lo que se trata es de hacer que el fútbol sea como antes. Un espectáculo digno de ser visto. Una propuesta posible un fin de semana cualquiera. Que si alguien pasa por la puerta de la cancha de Argentinos y adentro juega Argentinos y le dan ganas de verlo pueda sacar una entrada y ver fútbol. De lo que se trata, en definitiva, es de hacer del fútbol un espectáculo simple. Tan simple como… ir a la cancha.

río suelto