Una biblioteca frente al mar, en Saco Viejo

Todo libro siempre tiene un destino. Esto le sabe muy bien Alejandra Hernández, bibliotecaria de Las Grutas desde hace décadas, quien no para nunca de arar huellas para que las creaciones literarias impacten en el corazón de los chicos, especialmente. Donde ella vaya esos libros viajarán, se perderán o volverán en algún momento a las manos de un niño. Esto es lo que ocurre este verano en Saco Viejo, un loteo frente a Las Conchillas, una playa magnífica ubicada antes de llegar al Puerto de San Antonio Este, por la ruta 3.

Allí, Alejandra levantó una biblioteca para que los niños turistas y del lugar se apropien de historias capaces de llevar la imaginación infantil hasta límites insospechables.

–¿Cómo surgió esta biblioteca, acá en Saco Viejo?

–Desde hace 11 años que ayudo a un grupo de personas en el Puerto a organizar una biblioteca popular. Todos los miércoles durante muchos años venía al puerto primero a armar la biblioteca, después a tomar mates y comer cosas ricas que hacían para esperarme. El año pasado, después del invierno, pedí un permiso especial para trabajar en las dos bibliotecas. Por ello venía tres días de la semana al Puerto para poner todos los papeles de personería jurídica al día y gestionar subsidios ante la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip).

Fue así que generamos un vínculo especial y ya no me quise ir más de este lugar.

En el 2018 trabajé solo en el Puerto y al llegar este verano me dieron la posibilidad de usar este rincón de lo que es una proveeduría y baños públicos en Saco Viejo, ubicado en el sector de la playa Las Conchillas y a 10 km del Puerto. Acá hay unas 60 casas y muchas familias viviendo en casas rodantes y carpas.

Así que pensé en armar algo similar a la biblioteca de barro que hicimos en Piedras Coloradas, hace varios años atrás.

–¿Cuál es tu intención, acá?

–Promocionar la lectura en vacaciones: los padres viven un tiempo distinto para poder dedicarle a sus hijos el placer de la lectura recreativa.

Alejandra llegó desde Bariloche a vivir a Las Grutas en 1986. Estudió bibliotecología en La Plata y en 1993 empezó a trabajar en la biblioteca Luis Piedra Buena.

“Lo que hago coincide con mi proyecto de vida… no es ni fue nunca un ‘trabajo’. Para mí ser bibliotecaria es tener la posibilidad de abrir las puertas de una biblioteca popular para que sea un lugar de encuentro. Pienso y siento que son espacios sociales culturales únicos sin distinciones; son absolutamente igualitarios en relación a las oportunidades. Ser bibliotecaria es acompañar a volar por las hojas de los libros”, comparte Alejandra con la serenidad y el placer que caracteriza esta parte de la costa atlántica rionegrina.

Después de la playa y hasta entrada la noche, los hijos de turistas que veranean en esta zona devoran historias de la literatura infantil.

Punto de encuentro: PUERTO SAN ANTONIO este