Una familia de Comallo desmiente haber usurpado la Ruca Mapuche

Una familia de Comallo desmiente haber usurpado la Ruca Mapuche

La familia de Comallo que fue señalada como responsable de haber usurpado el centro “Ruka Mapuche Furilofche”, en la calle Cabo Campos, denunció que “les cobraron un alquiler desde que llegaron a la ciudad el año pasado”.

Días atrás, desde el Espacio de Articulación Mapuche manifestaron su preocupación por una familia que se estableció en el centro ubicado a metros de la Terminal de Ómnibus en junio del 2017. El desembarco en Bariloche fue a raíz de un problema de salud que padecía una mujer de 81 años pero objetaron que, a pesar del paso del tiempo, nunca abandonaron el lugar y que la situación con la familia se volvió cada vez más tensa.

“Mi madre es discapacitada motriz y está enferma. Llegamos con ella a Bariloche buscando alquiler. Pero era plena temporada. Vimos un cartel en la Ruca Mapuche donde ofrecían alquiler. Llamamos al teléfono que figuraba y nos atendió Sanmartiniano Painefil. Nos dijo que cobraba 5.000 pesos, más los impuestos y aceptamos”, argumentó Patricia Loncon, de Comallo, quien pidió derecho a réplica a raíz de la denuncia.

“Con el paso de los meses, continuó la mujer, empezamos a pedir los recibos más que nada para presentar ante el Pami porque nos podían ayudar con algo. En marzo, se los exigimos y la relación se fue poniendo más tensa”.

La mujer aseguró que “un grupo de unas 30 personas empezó a realizar reuniones en el centro mapuche y las diferencias se acentuaron aun más”.

“Una noche nos encontramos con que estando adentro, nos habían cambiado la cerradura. Quedamos encerrados. Al día siguiente, logramos cambiar la cerradura más que nada por mi mamá que recibe visita médica domiciliaria”, planteó Loncon.

Aseguró que ese día también decidieron realizar una exposición policial en la Subcomisaría 80. “Ese grupo volvió a la ruca y empezaron a agredirnos y a patear la puerta; por eso, llamamos a la policía”, dijo.

La mujer agregó: “El problema es que ellos no pueden alquilar esa casa que debe funcionar como un lugar comunitario. Está destinado a dar alojamiento a mapuches de la Línea Sur que vienen por enfermedad, estudios o algún trámite. Cuando nos dimos cuenta cómo venía la mano, contactamos a los fundadores de la ruca con quien firmamos un acuerdo y la Coordinadora del Parlamento Mapuche y el Codeci ya fueron notificados respecto de la situación. Nunca quisimos usurpar”.

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