Una oportunidad para los soñadores de la danza

Mañana estará en Roca Ricky Pashkus.Viene a elegir bailarines al IUPA.

El coreógrafo y bailarín Ricky Pashkus conversó con «Río Negro» del proyecto Intercambio que lo trae el domingo a Roca, y comparte con Julio Bocca y su Fundación, el prestigioso coreógrafo norteamericano Chet Walker ( responsable de «Fossi») y la revista «Balletin Dance».

Es una inusual convocatoria que comprende otras provincias del interior del país, y tiende a nuclear a jóvenes valores en danza clásica y jazz a través de una evaluación de posibilidades, con el agregado de becas y perfeccionamiento en Capital. Una idea federalista para el arte que es una gran oportunidad para los artistas provinciales.

-¿De qué se tratan estas audiciones?

– Hay un proyecto de intercambio que se creó el año pasado a partir de la visita de Chet Walker, el coreógrafo de la obra «Fossi» , que tuvo tanto éxito en Estados Unidos y de la cual participó Julio Bocca.

Cuando él vino hace dos años traído por la Fundación Julio Bocca para dictar clases, hicimos una enorme amistad y encontramos objetivos comunes, que tienen que ver con facilitarle a los jóvenes de todas partes del mundo (como ideal), pero en principio, de los países a los que nosotros pertenecemos, a tener acceso no solo desde el punto de vista económico (que en el caso argentino es interesante) sino también desde la perspectiva del contacto con otra cultura y el enriquecimiento que eso involucra. Así fue que generamos el proyecto Intercambio.

-¿Cómo se implementa un proyecto tan original?

-A partir de esta idea hemos creado una cantidad de becas, que creo que son bastante atípicas para nuestro país. Por ejemplo, una se llama «Un año en Buenos Aires» y consiste en recorridos por el país a través de 6 puntos estratégicamente elegidos, como para convocar gente de las diferentes regiónes. Se los trae con todos los gastos pagos por vía aérea a Capital Federal, donde un jurado de primeras figuras de la danza como Raúl Candal o Julio Bocca, hace las finales y elige tres personas que a partir del 2002 en este caso, tienen el viaje de ida y vuelta, gastos pagos de comida y alojamiento en Capital durante un año. Y, por supuesto, la posibilidad de tener acceso a todas las actividades del estudio, que ofrece las variantes básicas de danza clásica y la escuela de comedia musical. La gente que se presenta a las audiciones pueden hacerlo para las dos variantes pero todos tienen que hacer la prueba de danza clásica y danza jazz .

-¿Son requisitos indispensables?

-Exacto, quiere decir que estamos pidiendo para los cantantes y actores un mínimo de formación en el movimiento. Una vez que éstas personas acceden a las pre-finales, vienen a la final, se eligen y luego se les hace un plan curricular para el año siguiente, que no siempre contempla lo que ellos creen, porque a lo mejor son personas que han aspirado a la danza clásica y quieren perfeccionarse en ese sentido, pero la dirección del estudio puede observar ciertas facilidades o necesidades del alumno para complementar la formación y se lo incluye en el lenguaje que tal vez nunca esperó incursionar. Este año, por ejemplo, terminan alumnos de Mendoza, Salta y Mar del Plata.

-¿Cuándo los alumnos aprueban, cuáles son las perspectivas futuras?

-Podría decirse que son como las del país. Yo creo que la formación en la escuela les posibilita un trasfondo curricular, una experiencia. Es algo vital, porque, por ejemplo, Mercedes Appugliese, la alumna de Salta, hizo una audición para ver si entraba en Tango Kinesis la compañía de Ana María Steckelmann y tiene posibilidades, y esto no era una promesa de la beca, pero incluso pueden volver a sus provincias y dar parte de lo que han recibido, enriquecer su propio trabajo como maestros. Pueden también hacer contactos desde Capital como alguno de los finalistas y seguir en actividad.

-¿Ustedes hacen lo mismo en otros lugares del interior, cómo ven la situación de la danza en el país?

-Nosotros hacemos audiciones también en Corrientes , Salta, Córdoba y Mendoza ,entre otros lugares. Lamentablemente en el país vivimos una larga historia de falta de atención a lo cultural y de problemas sociales que impiden que se genere una política de desarrollo en ese sentido.

Es cierto que hay teatros que funcionan bien y otros no tanto, pero eso es porque tenemos la suerte de que algunos tienen un director que funciona bien, pero al cambiar las políticas pueden cambiar los niveles de manera abrupta, como sucede con los gobiernos, y uno borra lo que hizo otro, cuesta mucho escalonar en continuidad. Creo que todo tema siempre tiene que ser mirado en forma global, yo sé que no sirvo para todo, pero no concibo el mundo en buenos y malos, no puedo creer que tal espacio o institución sea buena y otra mala. Es un destino o una felicidad, por ejemplo, que Kive Staif se encontró con el San Martín, y no creo que el Colón sea un fenómeno desgraciado en sí mismo, no puedo concebir el mundo así. Creo sinceramente que el problema no es la gente que conforma los espacios en los que uno trabaja sino las políticas que impiden que se encuentren los directivos idóneos

-¿En ese sentido cuál es tu visión de la situación en el interior?

-La veo muy mal, hay pocos ballets, está el de Córdoba, el de Bahía Blanca, el del Argentino de La Plata o el de Tucumán. Obviamente hay compañías y un enorme esfuerzo de los maestros e instituciones. Pero es indudable que también, quizás por motivos económicos a nivel competitivo no se pueden presentar en el exterior.

La pregunta es ¿hace falta un nivel competitivo?, y la respuesta puede ser que quizás haga falta ser fiel a lo que el lugar me pide, si yo respondo a esta provincia le quiero ofrecer lo mejor. Lo que pasa es que la danza clásica en sí misma no responde a este criterio algo generalizado y una compañía irremediablemente debe ir al nivel competitivo. Puedo tener un actor genial en un teatro chico de General Roca, pero a lo mejor no puede competir en otra parte del mundo, por idioma y otras razones, pero responde a las necesidades culturales de esa zona, emerge de esa cultura. En cambio en la danza clásica es obligado saber cómo es la competencia, es como ser nadador, hay récords y parámetros.

Julio Pagani

La agenda interminable de Pashkus

«Todo lo que hice para bien o para mal me sirvió», dice Ricky Pashkus, que no se da tregua en una actividad frenética. Recuerda especialmente momentos que jalonan esa carrera, como haber bailado bajo las órdenes de Ana Itelmann en «Aquí no podemos hacerlo» de Pepito Cibrián Campoy para después ser su coreógrafo cuando Itelmann falleció, algo parecido le sucedió con «La vuelta Manzana» de Hugo Midón donde bailó con coreografía de Mónica Penchansky y luego resultó ser el coreógrafo de Midón en «Vivitos y Coleando»

Recuerda los programas que hizo de Tato Bores, la ópera de Menottti «Socorro, Socorro, Socorro», en el Colón, la gira internacional con Julio Iglesias, el haber dirigido a Eleonora Cassano en «La Cassano y el Maipo» y «Cassano Dancing» , a Edda Díaz en «Haceme Bolsa», a Cecilia Rossetto en «In Concierto», a Julio Bocca en «Angel Eterno» o el «Bocca Rock» y a Enrique Pinti en «Pericón», «Pinti Canta las cuarenta y el Maipo cumple 90» o el próximo espectáculo «Candombe Nacional». Esto último lo hará en simultaneo con su proyectado espectáculo «Hombres» donde Pashkus contará con primeros bailarines del Colón y del musical, además de niños, atletas, fisicoculturistas y futbolistas , una suerte de convocatoria bajo su idea de lo que » el mundo de los hombres ha significado y significa para mi» dice al concebir como un gran fresco de la paternidad, la amistad, la sexualidad y todo lo que esconde el universo masculino.

Esa necesidad humanizadora del arte lo ha llevado a tener 600 alumnos, un estudio con el actor Julio Chavez, otro con Julio Bocca y un tercero con Boca y el jugador Claudio Marangoni en la zona de San Isidro.

Dónde y cuándo es la preselección

La preselección en Roca se realizará a través de una audición donde los alumnos deberán demostrar sus condiciones de danza clásica en una clase dictada por Marcio Chinetti, director del Departamento de Danza del Instituto Universitario Patagónico de Artes (IUPA), y otra de comedia musical dictada por Ricky Pashkus.

Los requisitos principales son: tener entre 18 y 23 años y conocimientos básicos de danza clásica o danza jazz. Los postulantes deberán acreditar una situación patrimonial que justifique la solicitud. Será el domingo a partir de las 15 en el el IUPA, Rivadavia 2263, Roca.


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