Uruguay y Argentina se pegaron duro en La Haya por los cortes

Gobierno de Tabaré pidió que se ponga fin a los bloqueos. Argentina dijo que al tribunal no le compete el tema.

LA HAYA.- Uruguay pidió ayer a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya poner fin al «bloqueo casi total» que le impone Argentina con cortes de rutas alentados por el gobierno y cuyo objetivo es detener la construcción de una planta de celulosa, una acusación duramente rechazada por su vecino, que desestimó la competencia del tribunal en el tema.

Como había ocurrido en las audiencias de junio pasado por la cuestión de fondo (el posible daño medioambiental al río Uruguay que causaría la instalación de una planta de celulosa en la localidad uruguaya de Fray Bentos), ambos países no escatimaron recursos para tratar de convencer al tribunal encabezado por la británica Rosalyn Higgins.

En ese sentido, Uruguay no ocultó su enojo por la decisión de Argentina de presentar en el último momento un «voluminoso documento» en la causa abierta en la CIJ. Tal fue el ardor de los alegatos, de más de cinco horas de duración, que ambos países decidieron utilizar al máximo su derecho de defensa y por ello pidieron que las audiencias prosigan hoy.

«Tres puentes internacionales construidos para fortalecer los lazos (…) son en cambio utilizados para ejercer una extrema presión sobre Uruguay para detener la construcción de la usina de la empresa Botnia», dijo el jefe del equipo legal uruguayo, el embajador en Francia, Héctor Gros Espiell, al abrir el fuego.

«Los manifestantes argentinos actúan ante la pasividad de las autoridades competentes. No hay excusa válida de la omisión del gobierno argentino de impedir los bloqueos», continuó Gros Espiell, apuntando contra el presidente Néstor Kirchner.

Kirchner se pronunció en contra de los cortes, pero aseguró que no utilizará la fuerza para liberar los pasos fronterizos.

En su presentación, Uruguay denunció que los cortes «agravan» el conflicto y son un «chantaje» contrario al fallo de la CIJ del pasado 13 de julio, que avaló en forma provisoria el proyecto de la compañía finlandesa Botnia de construir una pastera en Fray Bentos, a 300 km al noroeste de Montevideo.

Si bien Gros Espiell dijo que su país no está en La Haya «para quejarse de pérdidas económicas», un representante del equipo uruguayo, el jurista escocés Alan Boyle, señaló que los bloqueos amenazan con «asfixiar la economía» de Uruguay, que recibe de Argentina el 22% de sus importaciones, y afectan el turismo.

Estos argumentos fueron desestimados por Argentina en su descargo, que tuvo lugar por la tarde, en el que acusó a Uruguay de «inventar un vínculo artificial» entre los cortes de ruta y la cuestión de fondo de la causa. Ante todo, la jefa de la delegación argentina, la consejera jurídica de la cancillería, Susana Ruiz Cerutti, desestimó la «competencia» del tribunal para pronunciarse en la cuestión. Ruiz Cerutti manifestó además la «indignación» de Argentina por las palabras «injuriosas» de Uruguay, en particular su acusación de «inacción» del gobierno de Kirchner. «No hay ninguna relación entre este asunto y el fondo de la cuestión sometida a esta Corte», dijo, al referirse al Tratado del Río Uruguay de 1975, que invocó Argentina para demandar en mayo pasado a su vecino.

En su presentación, Argentina buscó además invalidar la demanda de Uruguay por su decisión del 6 de septiembre pasado de recurrir por la misma cuestión al tribunal de arbitraje del Mercosur (que integran ambos países junto con Brasil, Paraguay y Venezuela), que no permite dirigirse a otra instancia.

Al margen de la cuestión de la competencia y la validez de la demanda, Argentina desestimó que los cortes de ruta afecten la construcción de la usina de Botnia y de la empresa española Ence, que decidió la semana pasada trasladar su proyecto de Fray Bentos a Punta Pereyra, 220 km al oeste de Montevideo. «Estos bloqueos no tuvieron el menor efecto sobre la construcción de las usinas. Los dos proyectos parecen gozar de una excelente salud», dijo Ruiz Cerutti, recordando que la usina de Botnia está «construida en un 70%».

Además, Argentina dio a conocer cifras globales de «crecimiento significativo» tanto del movimiento de personas como del comercio bilateral durante el periodo de los cortes de ruta.

El fallo de la CIJ se dará a conocer «lo antes posible», aunque no tiene fecha, indicó ayer una fuente cercana al caso, recordando que las vacaciones de Navidad y Año Nuevo hacen que sea difícil esperar un dictamen antes de 2007.

En Gualeguaychú, el corte de ruta cumplió ayer su cuarta semana, en Colón se anunció el cronograma de medidas para toda la semana y en Concordia se prepara una marcha de protesta contra las papeleras.

En el caso de Gualeguaychú, el corte se inició el lunes 20 de noviembre y en la asamblea del pasado viernes se votó que la medida no será levantada «hasta que se vaya Botnia», la planta de la empresa finlandesa que se construye en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. (DyN/AFP)


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