VERANO 2007: Canopy, la excursión que permite conocer la montaña desde el aire

En Colonia Suiza, volar entre árboles es posible. También se puede comer curanto y comprar artesanías.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Colonia Suiza tiene dos complejos de canopy que a diario entusiasman a decenas de turistas. Uno está ubicado sobre la ladera norte del cerro López y el otro en Safariland, un parque natural de 40 hectáreas. Proponen deslizarse por entre las copas de los árboles, sobre vertiginosas tirolesas áreas.

En Colonia Suiza también se puede comer curanto, visitar la feria artesanal y probar las deliciosas tortas y tartas de repostería casera. También hay campings, hosterías y cabañas, excursiones de trekking y 4×4 y varias playas para pescar y tomar sol junto al agua.

Colonia Suiza se ubica hacia el oeste de Bariloche, al pie del cerro López, distante 25 kilómetros del centro. Se puede acceder por el camino del Circuito Chico y también en transporte público de la línea 3 de Mayo. Cada año se lleva a cabo la fiesta municipal del curanto, comida típica que puede degustarse todos los fines de semana (ver aparte).

Este verano una de las actividades preferidas por los turistas es el canopy, en donde niños y adultos se deslizan por cables de acero, entre las copas de añejos coihues.

El canopy llegó a la región hace siete años, con un complejo en Villa La Angostura. Luego se emplazó el del cerro López y finalmente «Canopy Patagonia», en Safariland, que se comercializan en las agencias de turismo de esta ciudad.

Federico Giacomelli, titular del Canopy Patagonia, explicó que se entusiasmó con el servicio en Costa Rica, donde funcionan medio centenar de complejos.

«Relevamos toda la zona y finalmente optamos por Safariland, ya que es un lugar muy accesible y dispone de un magnífico bosque», explicó. Junto a sus socios celebraron un convenio con los propietarios del predio y tienen en concesión 6 hectáreas donde se ubica el canopy.

Desde la playa de estacionamiento de Safariland se camina unos 15 minutos y se llega al inicio de las tirolesas. Allí los guías explican en detalle como funciona el sistema y equipan a todos los visitantes. Se provee de un arnés, dos cintas tubulares y dos mosquetones de seguro, 1 descensor, juego de poleas, un guante para frenado y un casco.

El paseo se realiza bajo la permanente supervisión de los guías, quienes controlan en detalle los sistema de seguridad. Varias veces las plataformas se ubican a 20 metros del suelo, sobre los árboles, y es menester hacer las maniobras con atención. Hay tirolesas de más de 200 metros de largo que unen árboles a más de 20 metros del suelo. También se hace un rappel (descenso en cuerda) de 25 metros.


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