El caso Karen terminó con dos condenas a prisión perpetua

El tribunal no tuvo dudas sobre la participación y autoría de Pablo Jofré y Carlos Mobilio. La audiencia terminó con incidentes.

El caso Karen terminó con dos condenas a prisión perpetua

Perpetua. Pablo Guilermo Jofré y Carlos Gustavo Mobilio mataron a Karen Alvarez, de apenas 14 años, después de violarla, golpearla y ahorcarla con su propio jeans, en un descampado cercano al Hipódromo local, entre el 24 de octubre por la tarde y la mañana del 26 de ese mes de 2014.

Los jueces de la Sala B de la Cámara Criminal de Viedma, Guillermo Bustamante, Ariel Gallinger y Marcelo Chironi consideraron plenamente probado que ambos imputados fueron quienes ocasionaron la muerte de la niña, con alevosía, con el objeto de ocultar la violación a la que la habían sometido.

Por eso, resolvieron condenarlos a prisión perpetua, determinación que ayer fue leía ante numeroso público. Tras la lectura, hubo incidentes protagonizados por familiares de las partes.

El dolor caló hondo en el auditorio. Las tensiones fueron subiendo hasta explotar en reacciones violentas que debieron ser contenidas por el personal policial presente.

Los integrantes del Tribunal no dejaron dudas. El voto rector de Bustamante, al que adhirieron Gallinger y Chironi -que no estuvo presente en esta audiencia final- da cuenta de que -según los testimonios y la prueba recogida- existía una fluida vinculación entre los dos autores, también que Mobilio tenía una relación con Karen, que fueron vistos juntos en horas cercanas a su muerte, que ambos imputados tenían personalidades violentas y hasta pudieron alentar un posible móvil: las diferencias que existían entre el propio Mobilio y un hermano de Karen por viejas controversias.

Valoraron la confesión de Jofré, quien en el cierre de las audiencias testimoniales amplió su declaración e intentó desvincular a su cómplice. También, dieron por ciertos los dichos de un testigo que declaró que una exnovia de Jofré le había contado que el propio autor le había confesado el crimen. Hubo un careo y la muchacha lo negó, pero el testigo, según los jueces fue más convincente.

El dolor de los familiares de la víctima al salir de la audiencia.
Marcelo Ochoa

Por supuesto, la prueba científica fue fundamental para los magistrados. El ADN de Jofré en las uñas de Karen y el de Mobilio en el pantalón, fueron determinantes, entre otras pericias comprometedoras.

Además, consideraron “infructuosos, incomprobables, descabellados y por momentos incoherentes” los intentos de ambos imputados “por desligarse del crimen”.

“Poco fue lo que pudieron ensayar en su defensa frente a la contundencia de los relatos testimoniales” y “la estruendosa y palmaria evidencia que brindan los estudios de ADN”, sostuvieron.

Calificaron el hecho como abuso sexual agravado por haber sido cometido mediante acceso carnal por dos o más personas en concurso real con homicidio agravado por alevosía, para procurar la impunidad para sí, y por haber dado muerte a una mujer, mediando violencia de género.

Dijeron que Karen se vio superada en edad, fuerza y número por parte de sus agresores “quienes no dudaron en darle muerte”, sostienen, al describir las brutales lesiones que corroboró el perito forense.

El fiscal de Cámara actuante fue Fabricio Brogna, el abogado de la familia de Karen fue Damián Torres -cuya labor fue destacada por el Tribunal-, y los defensores Marta Ghianni para Jofré y Pedro Vega para Mobilio.

La agresión entre familiares cerró la audiencia.
Marcelo Ochoa

Incidentes entre familiares

Cuando terminó la lectura, el dolor explotó. Una de las familiares de Mobilio se abalanzó sobre una hermana de Karen y allí se inició una batalla campal, volaron sillas y golpes cruzados.

Allegados a ambas partes se insultaron e intercambiaron agresiones, lo que obligó a la Policía a interponerse e intentar calmar los ánimos.

Para poder retirar a los condenados, se utilizó una vía alternativa. Mobilio y Jofré, de 22 y 23 años respectivamente, fueron llevados al penal I de esta capital en medio de fuerte operativo de seguridad. La justicia sancionó a los culpables. La sociedad deberá preguntarse también qué subyace para alimentar tanta violencia y crueldad.

Caos en el auditorium del Poder Judicial.
Marcelo Ochoa


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios