Reforma Laboral: ¿Se rompe el Frente para la Victoria en Viedma?
Los concejales Rousiot y Santos presentaron un proyecto contra la Reforma Laboral. Cullumilla dijo que “algunos no recorren los barrios y elaboran proyectos para la tribuna”.
La Reforma Laboral divide aguas en el Concejo Deliberante local y evidencia las diferencias en el seno del Frente para la Victoria. Los concejales Evelyn Rousiot y Diego Santos del FpV y Facundo Montecino Odarda y Mariana Arregui del progresismo presentaron un proyecto de comunicación elevado al Poder Ejecutivo de Nación, al Congreso Nacional y a la Legislatura provincial en repudio al proyecto de ley que fuera remitido recientemente al Parlamento.
Se descarta que el radicalismo -con sus dos ediles, Genoveva Molinari y Paola Casadei- y Cambiemos con el suyo -Leandro Massaccesi- no acompañarán la iniciativa.
Sorprende, en tanto, que producto de diferencias internas Silbana Cullumilla, del FpV aún no decida si apoya o no. “Estoy preocupada por cosas locales, muy metida en cuestiones de política habitacional, hay muchos problemas en Viedma, de infraestructura, de cloacas, de todo, y algunos no recorren los barrios y elaboran proyectos para la tribuna”, dijo en referencia a sus pares de bloque y a los respresentantes del Progresismo.
“Lo mismo pasa con lo del defensor del Pueblo, están preocupados por esas cuestiones y no por lo que realmente afecta al vecino, por eso yo me voy a reunir con el intendente José Luis Foulkes en unos días porque necesito plantearle algunas situaciones que ocurren en la ciudad. El proyecto de Reforma Laboral no lo conozco y no sé qué habrán escrito”, dijo sobre la propuesta de repudio elaborada por los ediles.
Para determinar si existe o no mayoría para que la propuesta avance será determinante la posición que asuma el presidente del legislativo local, Mario Francioni, quien no pudo ser contactado por DeViedma.
Rousiot, Santos, Arregui y Montecino Odarda coincidieron en que “el proyecto profundiza la desigualdad y distancia entre empleador y empleado, impulsando una nueva flexibilización laboral que ni la dictadura se atrevió a presentar”.
Agregaron que “la reforma no sólo significaría disminuir salarios, sino también darle riendas sueltas a los empleadores para que puedan tercerizar y desligar de su responsabilidad solidaria a las empresas que subcontraten a otras”.
Por otro lado, sostienen que “el proyecto perdonaría las deudas de aquellos empleadores que hayan tenido a sus empleados en negro con el solo pedido de que los contrate y registre correctamente, sin que el trabajador pueda reclamar algún tipo de indemnización”.
Además, “incluiría un nuevo concepto de pasantías mediante la cual pretenden incorporar al sistema jóvenes y estudiantes como mano de obra barata. Es decir, que estos “nuevos” trabajadores no tendrían aportes jubilatorios ni obra social”.
Indicaron que “se eliminarían las horas extras mediante la creación del banco de horas, beneficiando al empresariado con la eliminación del pago por los trabajos extras compensando esas horas excepcionales con menos horas en otras jornadas”.
Concluyeron que “este nuevo proyecto pretende equilibrar el nivel de obligaciones y derechos entre empleados y empleadores, dejándolos a la deriva del mercado quitandoles la protección y el amparo que les brinda el Estado”.
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