Bodegas 5 estrellas

La ruta del vino en La Rioja Alavesa (España) era famosa por sus sabores, pero no lograba atraer visitantes en cantidad. La respuesta: crear espectaculares hoteles y ofrecer gastronomía gourmet. ¿Damos una vuelta?

Manuel meyer

Los viñedos se extienden hasta el horizonte en el paisaje ondulado de La Rioja Alavesa, la región de España célebre por sus vinos. Pero de pronto una forma extraña aparece resplandeciente bajo el sol. Lo que parece un manojo gigante de cintas coloridas de titanio es el Hotel Marqués de Riscal, en el sereno pueblo de Elciego. Quien ha visto el edificio del museo Guggenheim en la cercana Bilbao comprende de inmediato que también el hotel inaugurado en 2006 es obra del arquitecto estrella estadounidense Frank Gehry. Las cintas gigantes en color vino, plata y oro se encastran entre sí con una impactante mezcla de armonía y caos, elegancia y vértigo. cenar con brad y angelina El hotel de lujo, perteneciente a la bodega Marqués de Riscal, ofrece algo más que una vista imponente: el cocinero Francis Paniego es responsable de su restaurante y de versionar la refinada cocina regional para huéspedes de todo el mundo, incluidas estrellas de Hollywood como Brad Pitt o Angelina Jolie. Hugh Johnson, acaso el enólogo más influyente del mundo, coronó la bodega fundada en 1862 por el conde de Riscal como la mejor de la Rioja Alavesa. También el rey Felipe VI encarga aquí las botellas del Gran Reserva que madura cinco años en barricas de roble situadas en los sótanos vecinos al hotel. Pero Marqués de Riscal no es la única bodega de la zona que compite por atraer visitantes con una combinación imbatible de caldos, arquitectura y gastronomía de primer nivel. Y es que, si bien los Rioja son degustados en todo el mundo y la franja a lo largo del río Ebro es una de las zonas vitivinícolas más importantes de Europa con casi 61.000 hectáreas de cultivo y 20.000 vitivinicultores, no son muchos los turistas que se aventuran a visitar la región en el norte de España. Cómo atraer turistas Numerosas bodegas decidieron cambiar esa situación abriendo hoteles de lujo y restaurantes de primera clase, donde el vino y la arquitectura disputan la atención del visitante. “Lo mejor es disfrutar ambos al mismo tiempo”, opina María José, de la bodega López Heredia en la localidad de Haro. Historia “Mi bisabuelo fundó la bodega hace 138 años”, cuenta al recibir a los visitantes junto a un exhibidor “art déco” de 1910 rodeado por una construcción de acero y cristal. Algunos de los mejores Gran Reserva del mundo maduran pacientemente a unos pocos kilómetros en las bodegas CVNE. El arquitecto francés Philippe Mazières diseñó un edificio con forma de barril gigante para Viña Real, una bodega perteneciente a CVNE. El mismo espíritu industrial pero con más vocación de modernidad caracteriza la sede de la joven bodega Baigorri, en Samaniego, obra del arquitecto vasco Iñaki Aspiazu: un cubo de cristal situado sobre una colina y que esconde debajo ocho pisos de producción. desde lo alto A pocos kilómetros, Victorino Eguren Ugarte prefirió en cambio la altura. Desde la torre en medio de su bodega muestra un mar de vides. “Tienen hasta 100 años”, asegura con orgullo. Abajo, Roberto Pizarro, viticultor de 81 años, guía un tour en Segway por las 130 hectáreas de viñedos mientras aclara por qué el vino Rioja es tan especial. siluetas Al otro lado de la pequeña ciudad de Laguardia se encuentra la sede de la bodega Ysios. El español Santiago Calatrava ideó una fachada ondulada que coquetea con el fondo de las montañas cantábricas y sugiere la idea de un templo, con un techo que evoca los tubos del órgano. Otra silueta tan imponente como el vino que produce.


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