Sebastián Grupico hace verdaderas “joyas” de chocolate, en La Angostura

¿Quién se comería estos bombones “made in Grupico”?

Sebastián Grupico (39), maestro chocolatero, está satisfecho por el lugar que hasta ahora se ha ganado como profesional gastronómico en la Patagonia.

Radicado desde hace tres años en Villa La Angostura, su bombonería de vanguardia deja con la boca abierta a cualquiera que vea y huela de cerca sus creaciones.

“No sabría decir desde cuándo tengo esta pasión por el chocolate. Hace muchos años que soy gastronómico y amo lo que hago”, cuenta Sebastián a Yo Como. “Considero que el chocolate es un producto noble y me permite explorar ampliamente la creatividad”, agrega.

Se formó en el Instituto Argentino de Gastronomía con profesores como Osvaldo Gross, Ariel Rodríguez Palacios y Diego Gera, entre otros. Luego se formó en chocolateía y pastelería con Maximiliano Fresco, Angelina Astegiano y otros top del rubro.

Además tuvo la oportunidad de trabajar en varios establecimientos de renombre. En los últimos años estuvo en Los Cauquenes resort & spa, en Sushi Club y en Bahia Manzano Resort. Actualmente lidera su propio emprendimiento, Punto Chocolate.

– ¿Cómo es que llegaste a La Angostura?

– En un primer momento fue un refugio. Este rubro además de ser apasionante es hostil y muy competitivo. Me cansé, llevaba 15 años de carrera y llegué a la villa a respirar otro aire y me enamoré del lugar. Al principio no fue tan fácil pero cuando hay convicción todo puede lograrse y acá estoy cumpliendo algo que siempre quise hacer, Chocolate.

Sebastián confiesa que “el chocolate representa una parte fundamental de mi vida, no solo le dio otro sentido a mi carrera sino que transformó mi vida cotidiana. Hago lo que quiero hacer”.

“Cuando comenzó a gestarse Punto Chocolate teníamos claro que queríamos de este noble y versátil producto la mejor calidad, diseño e imagen destacado y estar a la vanguardia. Esas fueron nuestras premisas. Nuestra intención era conjugar las características y cualidades del cacao con un producto final que no solo fuese alimento sino que también fuera una pieza de arte”, expresa.

El producto se establece en el mercado inicialmente como tabletas que se diferencian por su porcentaje de cacao. “Creíamos que el chocolate dulce iba a requerir más demanda y que con las tabletas de mayor porcentaje que se acercan a la mayor pureza del cacao íbamos a tener un desafío al intentar insertarlo en la costumbre de consumo. Pero nos llevamos una grata sorpresa al ver que lo más requerido era eso, la máxima pureza donde las notas del cacao son las protagonistas”.

“Podría decir que lo que me representa es la convicción de brindar un producto de excelente calidad en todos sus aspectos, desde la materia prima Callebaut (el auténtico chocolate belga) como la producción netamente artesanal y la presentación final de un producto estéticamente original”, añade.

El año pasado Sebastián tuvo intervenciones con sus elaboraciones en “Isidro”, de la mano de Pedro Piergentili y en “Anita La Pastelería”, de Florencia Zavala. Así, un público consumidor de estas delicias del Alto Valle pudo conocerlo.

Sebastián tiene su puesto en el Paseo de Artesanos del Puerto, en Villa La Angostura. El 1 de julio próximo abrirá una chocolateria boutique en la calle Inacayal 104 en el centro de la villa.

@puntochocolate