YPF tiene que ver con la vida de los neuquinos

NANCI PARRILLI (*)

Hablar de YPF es hablar de todo lo que le pasó al país en estos últimos diez años, del cambio profundo que nos permitió recuperar la mesa de la familia, de los cinco millones de nuevos puestos de trabajo, de los más de dos millones de abuelos que se pudieron jubilar, de la asignación universal. En este país, hasta el 2003 se utilizaba el 5% del PBI para pagar deuda y el 2% para educación. Hoy la cuenta está invertida y más del 6% del PBI ingresa al sistema educativo. Por eso, hablar de políticas públicas es invertir en obras lo que antes se llevaba la especulación financiera, como pasaba con el sistema previsional; y recuperar YPF es recuperar una parte importante de la vida de los argentinos y, especialmente, de los neuquinos. Hemos recorrido este camino porque Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner pusieron la política por encima de la economía. Esa decisión, no sólo sabia en términos morales, también lo fue en términos instrumentales. Al país le fue muy mal cuando la economía se ponía delante de las necesidades del pueblo. Durante todo este año realizamos una gran cantidad de encuentros que titulamos “Soberanía energética, soberanía tecnológica”. Estos debates apuntan a discutir el modelo de provincia, en función de la nueva realidad que ofrece la administración nacional de los recursos energéticos. Debatimos sobre nuestras escuelas secundarias, para que nuestros egresados puedan tener inserción en la transformación que debemos hacer en Neuquén. Indudablemente esta soberanía energética no se va a dar sin soberanía tecnológica. Y la soberanía tecnológica se consigue con educación e investigación. Por eso estas charlas se dan en el marco de la recuperación de YPF y esto tiene que ver con la ley de Educación. Necesitamos técnicos capacitados trabajando al servicio de los intereses provinciales y nacionales. Hoy la educación en Neuquén no está orientada para la producción. Todo lo contrario. En una provincia donde el petróleo, la producción y el turismo son las principales y casi excluyentes actividades económicas, de 100 colegios secundarios tenemos tan sólo 20 colegios técnicos y cuatro agropecuarios. Nosotros queremos transformar ese mandato que nos han dado a los neuquinos y neuquinas. Eso de vivir de las regalías, de lo que te dejan, del regalo. Queremos vivir de la producción con planificación estratégica. Queremos que el valor agregado que se pueda realizar tanto al petróleo como al gas sea incorporado en nuestra provincia. Los neuquinos podemos y tenemos que cambiar la matriz productiva con lo que nos va a ir dejando la explotación del petróleo y el gas. Pasar de la matriz extractiva, que cuida solamente la extracción del recurso, a una matriz que incorpore y cuide la riqueza ambiental y que sea realmente sustentable en el tiempo. Aún tenemos mucho por discutir sobre el rol social de YPF. Y sobre la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer dentro de la empresa. Hoy abundan los prostíbulos y los casinos en los pueblos petroleros, se destruyó la vida familiar y la lógica extractiva alcanzó al ser humano y sus relaciones. ¿Quién puede hoy negar la dolorosa realidad social de Rincón de los Sauces, Añelo o Buta Ranquil, donde las empresas ricas rodean a los pueblos pobres? El objetivo de una empresa de bandera no es sólo económico. Sus objetivos acompañan las necesidades estratégicas de la Nación. Por eso, es natural que los números sean los mismos y las lecturas sean distintas, dependiendo de quien los mire. El 19 de noviembre YPF pagó a sus accionistas 303 millones de pesos en concepto de dividendos por el período 2011. La cifra es menor a las cuentas que entregaba Repsol. Algunos vieron en esos números el fracaso de la renacionalización de la empresa. Nosotros vemos allí el éxito. Porque YPF invirtió, exploró y planificó más. Esta decisión de la compañía refuerza el cambio de política de reparto de utilidades, que con Repsol se distribuían casi en su totalidad. Este año YPF invirtió más de 4.000 millones de pesos y frenó la declinación en la producción. De esa cifra, el 80% se financió con fondos propios. Así la empresa comenzó a revertir la tendencia declinante de la última década en la producción de petróleo. En lo que va de este año se duplicó la cantidad de equipos de perforación en actividad. YPF cierra este trimestre con una utilización de sus refinerías del 96% contra el 90% del trimestre anterior, lo que se refleja en una mejora sustancial en el abastecimiento a las estaciones de servicios. ¿O alguien cree que la “crisis de abastecimiento” se resolvió con magia? YPF siempre fue pionera. Cuando llegábamos a localidades luego de recorrer kilómetros y kilómetros de nada, allí estaba YPF. Nosotros soñamos con volver a cumplir ese rol. El camino que trazamos en el 2003 fortalece la industria nacional y genera empleo en blanco. Aquel doloroso 20% de desocupación hoy parece tan lejano que algunos olvidan de dónde venimos. La única mejora posible de las condiciones de nuestro pueblo llega cuando este proyecto profundiza las contradicciones y genera condiciones de mayor justicia social. Camino que transito con orgullo y modestia militante. (*) Senadora nacional (FpV) por Neuquén


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