Científica barilochense brilla en los Países Bajos

Cada año, María José lo piensa pero finalmente, decide resignar sus vacaciones en cualquier otro lugar del mundo para regresar a Bariloche y visitar a su familia. Esta joven barilochense que egresó del colegio Primo Capraro, se doctoró en Biología Molecular e integra desde hace 3 años un equipo de investigación científica sobre “metabolismo y cáncer” en Universitair Medisch Centrum en Utrecht, en los Países Bajos.

Aunque jamás pensó en dejar el país, su frase de cabecera: “¿por qué no?”, la fue llevando a los lugares menos pensados.

“Sentía pasión por los animales y decidí estudiar Biología en Mar del Plata. Me imaginaba en la sabana africana con los leones hasta que me di cuenta de que me interesan los procesos a nivel celular y me incliné a la Biología Molecular”, relató María José Rodríguez Colman, mientras descansaba en la casa de su madre en el barrio Belgrano en Bariloche.

Cuando se recibió con diploma de honor, uno de sus profesores le aconsejó no quedarse en Argentina porque “la partida de becas estaba retrasada”. Sin perder un minuto, María José le escribió a un científico español que había participado en un congreso en Rosario con la esperanza de hacer un doctorado. La respuesta marcó el rumbo de la barilochense. “Me escribió diciéndome que me esperaba en Cataluña. Mi familia me alentó y simplemente, me fui”, explicó.

A partir de ahí, surgieron gran cantidad de publicaciones de divulgación científica, ponencias en congresos en Estados Unidos, Alemania, Bélgica y hasta una experiencia de investigación en Holanda. “Quedé fascinada con el conocimiento científico y el nivel de rigurosidad. Cuando terminó mi doctorado, me planteé volver a la Argentina o buscar un posdoctorado. Apliqué para un proyecto de investigación en Holanda vinculado al cáncer. En marzo, cumplo 3 años allá”, señaló.

María José se abocó al estudio del intestino y el colon, las células madres y lo que ocurre cuando ese órgano desarrolla un tumor. “De acá en adelante, la idea es implementar el conocimiento que generamos para mejorar los tratamientos contra el cáncer. Hoy, hay muchos, no siempre eficientes y frecuentemente tóxicos. Hay que orientarse a terapias alternativas, dirigidas al metabolismo del tumor”, indicó.

La joven no descartó establecer algún tipo de colaboración con el Centro de Radioterapia el día de mañana “si hay interés y presupuesto”. “Este tipo de investigación es muy costosa. En los países estables, donde hay continuidad, la gente lleva a cabo investigaciones por 12 años sin estar preocupados por lo que pueda pasar”, subrayó.