Fundó una escuela para pacientes diabéticos y concientizó en Bariloche

Este martes es el Día Mundial de la Diabetes. “DeBariloche” dialogó con un especialista que creó una escuela para pacientes y cuenta sus logros.

Cómo lograr que una persona con diabetes cumpla con las pautas terapéuticas y la presentación de un proyecto de la Federación Argentina de Diabetes para contener a los jóvenes que padecen la enfermedad fueron los ejes de los encuentros que el médico especialista en Diabetología, Gabriel Lijteroff, brindó a personal de la salud, pacientes y familiares en Bariloche.

“A nivel internacional, la diabetes va en aumento y lo mismo sucede en Argentina. De cada 10 personas, una tiene diabetes. La mitad no lo sabe y de los que saben, solo el 30% se trata. El mensaje es que realmente vale la pena prevenirla y que una persona con diabetes que se cuida evita complicaciones”, explicó el médico Máster en Diabetología, invitado por la Asociación de Diabetes Bariloche.

El especialista remarcó que a diferencia de la diabetes tipo 1 (insulino dependiente), la diabetes tipo 2 abarca el 90% de los casos y se puede prevenir en un 60%, con actividad física y hábitos alimentarios saludables.

“Este tipo de diabetes, años atrás, era exclusiva de las personas adultas; hoy tenemos muchos casos de niños a causa del sedentarismo y la comida chatarra. También por la inseguridad que hace que los chicos no salgan a jugar. La obesidad aumenta y en esa misma línea, va la diabetes”, advirtió Lijteroff.

En relación a los insulino dependientes, destacó que muchas veces, los pacientes están enojados. “Deben saber que la insulina es una sustancia natural que su cuerpo simplemente no produce o produce poco. Antes de su descubrimiento, la expectativa de vida no superaba los 6 meses. Hoy pueden tener una vida plena”, expresó Lijteroff.

Un programa de alfabetización

Lijteroff es jefe de Diabetología del Hospital Santamarina en la localidad bonaerense de Monte Grande, donde logró fundar una escuela de alfabetización para pacientes con diabetes hace ya 17 años.

“Notábamos que los pacientes eran negligentes, no cumplían con las pautas y no venían a las consultas. Teníamos un alto nivel de internacionales por complejidades agudas. Hasta que detectamos que muchos pacientes no sabían leer ni escribir. De modo que tampoco podían hacerse los automonitoreos ni aplicarse la insulina”, relató.

Tras ese hallazgo, se creó el Centro de Educación para Adultos 713/03, una escuela primaria para pacientes diabéticos, con una currícula enfocada en el cuidado de la salud, alimentación y diabetes. Los alumnos aprendieron a leer y escribir pero también a reconocer diversos aspectos de la diabetes y a prevenir complicaciones.

Lijteroff, orgulloso, remarcó que se trató del primer proyecto a nivel internacional de estas características. “Buscábamos un efecto terapéutico ya que el no saber leer ni escribir afectaba la salud. De esta forma, erradicamos muchas internacionales. Pero a la vez, fue una satisfacción que las pacientes terminaran el primario y se preguntaran: ¿y ahora? Entonces, se abrió el secundario y tenemos egresadas que estudian en la universidad”, subrayó.

Estudio

La Federación Argentina de Diabetes realizó una encuesta entre 1.440 personas. “El 60% piensa que se haga lo que se haga, la diabetes genera complicaciones. Es falso. El 60% piensa que la insulina genera complicaciones. También es falso. Las evita”, señaló Lijteroff.


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