“El Che y su estampilla”

La carta destacada

A la edad de treinta y dos años, los cubanos le pusieron como mote “el carnicero de la Cabaña”, dado que, culpables o no, quienes entraban presos al complejo militar de La Cabaña eran fusilados sin juicio ni apelación.

Años después el escritor cubano Reinaldo Arenas, quien sufrió en carne propia al Che Guevara en las UMAP, le endilgó a este un nuevo apodo: “el mataputos del malecón”, que el progresismo y la izquierda han tratado desesperadamente de esconder.

Era dueño, el Che, de una patológica obsesión homofóbica y cabía en ella la idea de que se podía cambiar cualquier orientación sexual mediante experimentos de reingeniería social.

Fue de Guevara la idea de crear las UMAP (Unidades Militares de Apoyo a la Producción) donde la “reeducación” de los homosexuales alcanzó niveles de extraordinaria crueldad.

El proceso era sencillo en su ferocidad –poca comida, pocas horas de sueño, trabajar sin descanso y reeducación política–, y si al cabo de un tiempo no se conseguía la reeducación esperada el tiro en la nuca solucionaba el problema.

Éste es el hombre al que el Correo Argentino piensa homenajear, a los cincuenta años de su muerte, con una estampilla.

José Luis Milia

DNI 6.251.032

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