Marcha de la bronca (contra Metallica)

Dave Mustaine explica cómo quedó fuera del grupo de James Hetfield, Lars Ulrich y Cliff Burton

La historia de Megadeth es la historia de una venganza, la de Dave Mustaine contra sus compañeros de Metallica.

En la mañana del 11 de abril de 1983, Mustaine, aún dormido en un sucio departamento neoyorquino, vio y luego escuchó a Lars Ulrich, James Hetfield y Cliff Burton decirle que ya no era más parte de la banda y que tenía pasaje de regreso a California en un par de horas.

“Lo que realmente me molestó fue que nunca me dieron una advertencia y nunca me dieron una segunda oportunidad. Fue simplemente, ‘Hey man. Estás fuera. Te veo luego”, dirá años después Mustaine sobre su salida de Metallica.

Los Metallica, del cual Mustaine era una de las guitarras fundadoras, habían viajado cuatro días en una combi desde la costa oeste hacia Nueva York para grabar su primer disco, el legendario “Kill’em All”. Pero Mustaine no iba a ser parte. O sí, porque cuatro canciones incluidas habían sido compuestas por él.

Las razones de su salida forzada fueron sus excesos con el alcohol y las drogas y el modo violento en que se manejaba bajo ese estado. Ahora bien, ¿qué tan descontrolado pudo ser Mustaine como para colmar la paciencia de una banda llamada Metallica, pero que muchos llamaban “Alcohollica” ya se imaginan por qué.

Esto quizás sea cierto pero sólo en parte. Porque no menos cierto es que Mustaine era demasiado talentoso como para compartir una formación con músicos tan ambiciosos y creativos (e irascibles, por qué no) como él.

Todas las horas que Mustaine pasó arriba de aquel colectivo que lo devolvió a Los Ángeles las pasó masticando bronca y pensando en la banda que iba a armar para joder a sus antiguos amigos y demostrarles el grave error que habían cometido. ¿Y si le hicieron un favor? Mustaine no lo veía así entonces.

El nombre de esa banda que pensaba formar fue una gentileza involuntaria del senador demócrata Alan Cranston: “The arsenal of megadeath can’t be rid” (El arsenal de megamuerte no puede deshacerse) decía el folleto antibélico de Cranston. A Mustaine le parecía interesante la palabra megadeath. Le trastocó una letra, la transformó en megadeth y la cosa empezó a caminar. Faltaban los músicos.

Mustaine formó Megadeth con Ellefson, por entonces guitarrista de Slayer, Kerry King, y el baterista Lee Rauch. Esta formación fue muy efímera, y Mustaine y Ellefson pronto reclutaron al guitarrista Chris Poland y el baterista Gar Samuelson. Con esa formación grabaron “Killing is my business…and business is good” (1985), su primer disco.

Aunque Megadeth siguió el modelo básico de ataque implacable hacia Metallica, el grupo de Mustaine se distinguió de su banda anterior al reducir las influencias de rock progresivo, añadiendo énfasis en las habilidades instrumentales, acelerando el y hacer el ataque más duro desde lo instrumental.


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