Leandro Lauro: la base ya no está

A los 36 años, Lauro decidió retirarse de la actividad profesional. Surgió en el Rojo, hizo una carrera de alto vuelo y terminó su camino en Pérfora.

deja la actividad un referente del deporte neuquino

Empezó a jugar cuando tenía cinco años y no paró mas.

Luego de un extenso recorrido por el básquet profesional, Leandro Lauro tomó la decisión de retirarse. A nivel clubes pasó por Independiente de Neuquén, Gimnasia de La Plata, Bruesa (de la segunda división de España ), Quilmes, Quimsa, Huracán de Trelew y Pérfora. Además fue mundialista U19 con la selección en Lisboa en 1999. Una trayectoria enorme, para un gran basquetbolista que deja a la humildad como gran valor para las generaciones que vienen.

P- ¿Estás seguro? ¿No lo querés pensar mejor?

R– Lo pensé bien y lo decidí. Estoy un poco cansado de la lesión de la espalda que me molesta todo el tiempo y eso no me hace disfrutar. Es el momento de retirarme.

Las veces que pensé en dejar de jugar es porque no me quería mover de Neuquén. Ahí apareció Pérfora, que me hizo conocer gente maravillosa. En este caso es distinto.

P- ¿Qué podés decir de tu último club?

R- Es raro encontrar clubes tan serios que trabajen a largo plazo. Tienen una base muy buena de inferiores y lo integran con el Torneo Federal, es lo que hay que hacer. Eso le da proyección a los chicos. Es un ejemplo de club, por suerte me tocó ayudarlos en esta empresa. Estoy agradecido.

P- Para Fernando Claris (DT) fuiste prioridad a la hora de armar el equipo, me imagino que eso te reconforta.

R- Fety es un amigo. Nos conocíamos por habernos enfrentado en inferiores. Desde que me llamó tuvimos conexión. Es un amigo y nos tenemos un cariño mutuo. Se el esfuerzo que hace para su club, está varias horas por día en la cancha. Es un ejemplo a seguir.

P- Sobre la serie con Temperley, ¿pagaron caro el no haber hecho una mejor primera fase?

R- Si. En el caso de definir de local y con ventaja, el resultado hubiese sido distinto. Encontramos el equipo en el final de la fase regular y el arranque de playoffs. En el quinto partido (vs. Temperley) no nos salieron las cosas, fue un partido raro porque la serie venía siendo muy pareja. El balance es positivo. La gente nos acompañó, fue impresionante. Viajaron, vieron el partido, cenamos todos juntos y volvieron.

P- Estamos en una cancha que es símbolo a nivel local y nacional ¿Qué recuerdos tenés de La Caldera?

R- Los mejores. El piso era otro, había más tribunas. Cada vez que entre a esta cancha se me va a venir a la mente todo lo que viví. Amo este lugar.

P- El retiro es muy reciente pero ¿qué balance hacés a esta altura?

R- Lo más importante que me dio el básquet fue lo humano. El deporte es hermoso y lo disfruté un montón. Pero la experiencia es lo que me queda. Es una actividad sana que recomiendo a todos los chicos.

P- ¿Cuál fue tu mejor momento como jugador?

R- Gimnasia me sentó muy bien. Fueron seis años y fue el pico de mi carrera. Coincidió lo mental con lo físico y eso se vio en los resultados.

P- ¿Qué anécdota recordás de aquel paso por la elite?

R- Hace unos días volví a ver por primera vez un video de la serie contra Boca. Habíamos ganado de visitante los primeros dos partidos con una anécdota que parece inverosímil. El segundo partido no se jugó porque no andaba el reloj de 24 en La Bombonerita, es algo insólito que a ese nivel pasen esas cosas.

P- ¿Qué jugador te costó marcar?

R- Me delata la edad esta respuesta. Marcelo Milanesio. Me encantó enfrentarlo. Lo veía de chico. Pude jugar en contra y me pintó la cara.

P- Si no hubieses jugado al básquet, ¿a qué te habrías dedicado?

R- Iba a ser médico. Por eso me fui a La Plata, pero cursé el ingreso y me quedé ahí.

P- ¿Qué es el básquet para vos?

R- Es mi vida. No concibo mi vida sin este deporte. Ahora seguiré ligado, pero desde afuera. Desde que tengo uso de razón que por lo menos una vez por semana he jugado al básquet.

Datos

“De chico me gustó jugar los clásicos contra Pacífico. Por suerte me fue bien la mayoría de las veces”.
Lea y el espíritu amateur.
‘‘Se me ocurrirían muchas cosas para decirte. Ninguna estaría a la altura. Para mí sos el mejor. Para tu ahijada también’’.
Luciano Alonso, colega y compadre de Lea, le dedicó estas palabras tras el retiro.

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