Caliente o frío, cordillera o valle, día o noche: vos elegís
Buscamos dos espacios que transitan tendencias opuestas. En el IceBar de Bariloche imperan las tonalidades azules frente a la luz natural de Benjamina en Neuquén. Veamos de qué se trata.
Poder tener un recreo en la rutina invernal, decir “Hoy vamos a tomar algo” y contar con varias opciones es algo que hace algunos años no pasaba: la alternativa era el café tradicional o la confitería de la esquina de la ciudad.
Con la proliferación de los gustos, la globalización de los sabores y los viajes de quienes pueden emprender aparecieron muchos lugares que combinan propuestas de decoración, gastronomía y sorpresas para los clientes.
Nos trasladamos a Bariloche, y en pleno centro de la ciudad vemos una puerta de ingreso que se despega de la vereda.
Llama la atención una intervención en la pared hecha con triángulos traslúcidos e iluminación led interior más letras corpóreas que indican “Ice Bariloche”. “¡Un bar de hielo!, más frío sobre frío”, es el primer pensamiento que se nos cruza, pero no se trata solamente de eso.
La arquitecta Andrea Neme, encargada del actual diseño de remodelación del lugar nos cuenta algunos detalles: “el bar consiste en dos zonas muy bien marcadas. Por un lado, el espacio exterior compuesto por la planta baja, el living, la barra principal, y el entrepiso más la barra secundaria. Por otro, hay una ante cámara que te lleva al bar de hielo propiamente dicho, ubicado dentro de una cámara a baja temperatura”.
Para ingresar a esta especie de Era del Hielo, te dan una capa y guantes .
Lo que hicieron Neme y su equipo fue llevar la esencia del material a cada rincón fuera de la cámara. Así el concepto implementado fue el triángulo como elemento clave.
En cada sector se utilizó esa figura, que desde el acceso marca el recorrido. ¿Cómo? A través deformas traslúcidas con led adentro. “En el techo vemos los mismos elementos que unen los distintos espacios”, aclara Neme. Y a lo anterior se le suman muros triangulares en 3D.
Lo traslúcido lo lograron con acrílico, lo frío con chapa, y a ello le sumaron colores en la gama de los celestes y turquesas, junto con el violeta para romper un poco y potenciar la gama principal.
El mobiliario también tiene un diseño triangular combinando esos colores.
En tanto que en Neuquén Capital, en una esquina del centro, la mirada se pone en guardia. Una casa de los 60, con pisos originales de mosaicos y pinotea, con aberturas de aquella década nos invita a ingresar.
Se trata de Benjamina y tal como explica su dueña, Marta Valls, se inspiraron “en cafés de Buenos Aires y de París. La idea era lograr que los clientes al entrar al local lograsen viajar estando en Neuquén”.
La construcción se modificó bastante: se demolieron paredes para armar los diferentes ambientes, se integró el garaje de la casa con lo que originariamente era el comedor, y así se transformaron los espacios de la casa en distintos pequeños salones. Así fue que el local abrió en el 2013.
Respecto a los detalles de decoración, que no faltan en Benjamina, podemos enunciar los platos decorativos colgados de las paredes, la vajilla vintage, espejos bicelados en marcos originales, y muebles de estilo, diferentes.
El lugar es una confitería y casa de té, entonces en su propuesta gastronómica se destaca la pastelería, los te en hebras, desde platos livianos para continuar la jornada laboral, opciones para veganos, platos vegetarianos, pastas, sandwiches con panificación propia, quiches con masas caseras.
Rescatamos de Benjamina que todos los espacios, tanto internos como externos, se aprovechan. Especial interés adquiere el patio con identidad propia, a través de mesas y sillas plegables pintadas de blanco, individuales color salmón y el detalle natural en los floreros de colores.
Benjamina, Neuquén
Datos técnicos
Hipólito Yrigoyen 490
120 m²
Proyecto y dirección de obra: arquitecto Mauro Almendra.
Ice Bar, Bariloche
Datos técnicos
España 476
450 m²
Proyecto, diseño y dirección de obra: arquitecta Andrea Neme, Triad Grupo Creativo.
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