Por ahora Enarsa no vende el yacimiento en Neuquén

A través de un decreto el presidente Mauricio Macri le puso punto final a la cuestionada Enarsa. La petrolera, creada por Néstor Kirchner con la expectativa de ocupar el vacío de la YPF privatizada, pasará a la historia cuando se concrete la fusión con Emprendimientos Energéticos Binacionales SA (Ebisa) y ambas den lugar a Integración Energética Argentina SA (Ieasa).

La unificación de las administraciones tendrá un doble impacto: un recorte en la estructura y un ajuste en el listado de activos que ambas compañías poseen. La norma, que cuenta con el lápiz técnico del ministro de Energía Juan José Aranguren, establece que se pongan en venta centrales de generación eléctrica y participaciones en firmas del sector por unos 1.000 millones de dólares.

Aranguren entiende que sostener Enarsa no tiene sentido para el Estado. Los sectores en los que opera, producción y transporte de energía e hidrocarburos, están cubiertos por firmas con participación estatal y además son mercados desregulados o en vías de liberación de precios.

Incluso la firma ocupó porciones marginales dentro de las actividades en las que se desempeñó. No tuvo peso en la industria petrolera y tampoco en la eléctrica .

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La disolución de Enarsa siempre fue un objetivo de Aranguren. La compañía fue la encargada, por orden del exministro Julio De Vido, de las compras de gas al exterior por las que se tramita una causa judicial. Sin embargo la disolución –en este caso por fusión– llegó 21 meses después de la asunción del gobierno de Macri y la firma continuó en actividad incluso con la licitación de obras como las ampliaciones de gasoductos, que incluyen al Cordillerano.

Ieasa se quedará a cargo del control de las construcciones de las represas del sur –a las que en el mismo decreto les devolvieron sus nombres originales–, la ampliación de gasoductos y la central térmica de Río Turbio. La mayoría de ellas obras emblemáticas del kirchnerismo que no llegaron a desarrollarse durante la pasada gestión y que quedaron envueltas en fuertes polémicas por el destino de fondos.

Según fuentes consultadas, el proceso administrativo de fusión no interferirá en los plazos de las obras proyectadas. Una de ellas, la ampliación del Cordillerano que debería comenzar antes de fin de año.

En Neuquén

Enarsa tiene dos activos en la provincia que, según pudo averiguar “Río Negro Energía”, no están incluidos en el pliego de venta. Uno de ellos es el bloque Aguada del Chañar donde está asociado con la petrolera provincial GyP. La firma neuquina arregló su salida de la sociedad, un acuerdo que incluye una compensación por la construcción de un gasoducto que no se llegó a usar, pero que aún no se oficializó a la espera de la firma del directorio nacional.

También cuenta con una planta fraccionadora de gas en Parque Industrial, en asociación con CALF, que nunca se puso en marcha porque se detectaron falencias en su construcción. La empresa provincial Hidenesa fue la última interesada en quedarse con las instalaciones, sin embargo el constructor inició un juicio por falta de pago y una medida judicial de no innovar frenó el proceso.

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