Brasil lanza modernización de sus cárceles tras la masacre de Manaos

Construirán cinco cárceles de máxima seguridad y una nueva prisión en cada uno de los 26 estados. Instalarán sistemas para bloquear el uso de celulares.

Criticado por su largo silencio tras la masacre que dejó 56 muertos en la prisión de Manaos, el presidente de Brasil, Michel Temer, trató de apaciguar la polémica y anunció ayer una reforma del sistema penitenciario, carcomido por la superpoblación y el dominio de las bandas criminales.

Con el país aún conmocionado por la brutalidad de los asesinatos en el penal, Temer calificó de “accidente pavoroso” la segunda mayor matanza registrada en una prisión de Brasil.

“No es suficiente con realizar un diagnóstico de lo que ocurrió, es preciso actuar”, afirmó al inicio de una reunión en Brasilia con varios de sus ministros.

Durante las tres horas de encuentro se discutieron las grandes líneas del nuevo plan de seguridad nacional, en el que el gobierno invertirá 1.800 millones de reales (unos 560 millones de dólares).

Para atacar el problema de la superpoblación carcelaria, el presidente anunció la construcción de al menos una prisión en cada uno de los 26 estados brasileños, además del Distrito Federal, con una inversión de 800 millones de reales (unos 250 millones de dólares).

Los nuevos centros dispondrán de dos edificios para separar a los presos encarcelados por delitos menores de los criminales más peligrosos.

La masacre que se desató el domingo en el Complejo Penitenciario Anisio Jobim de Manaos no solo mostró de nuevo al mundo los enormes problemas del sistema carcelario brasileño –que aglutina a la cuarta población penal del mundo–, sino el dominio absoluto tras las rejas de las grandes bandas del narcotráfico.

Con el objetivo de contener a los líderes de las bandas, el gobierno planea construir además cinco prisiones federales de máxima seguridad, mientras en Manaos la policía trata de averiguar si los ideólogos de la rebelión lograron escapar.

Entre las nuevas medidas, se instalarán sistemas para bloquear el uso de celulares en el “30% de las prisiones de todos los estados” para evitar que las bandas sigan dirigiendo sus operaciones desde los presidios, informó Temer.

Una guerra por el control del narco

Los brutales asesinatos en la cárcel de Manaos y su exaltación de la violencia –con la mayoría de muertos decapitados y mutilados– fueron una venganza del grupo local Familia del Norte contra el poderoso Primer Comando de la Capital .

Se trata de una guerra por el control del narcotráfico en la región estratégica de Amazonas, en el centro norte del país.

Inversión

Datos

1.800
Los millones de reales que el gobierno destinará a obras. Construirán una prisión en cada uno de los 26 estados.

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