Doce horas de balas, piedras y gases

Luego de la disputa con la policía y la fracasada intervención de un sacerdote, los vecinos mantuvieron un corte de ruta por cuatro horas.

Las calles del barrio Ciudad Industrial se transformaron en un infierno entre balas de goma, gases lacrimógenos y las centenares de piedras que volaron por horas desde que salió el sol, en la mañana de ayer, hasta el atardecer cuando, después de cortar la ruta 7 fueron desalojados por segunda vez.

Los incidentes comenzaron con un grupo de vecinos que se resistió al desalojo de la toma que se había originado el 22 de abril en un baldío de grandes dimensiones, que se ubica entre el barrio y la Toma el Tanque.

Solo por momentos breves, de unos 10 minutos, los ánimos parecían aplacarse en la calle Conquistadores del Desierto. Pero cuando las piedras volvían a impactar contra los escudos de la Metropolitana, comenzaban a retumbar las detonaciones de posta de goma entre los monoblocks del barrio y por momentos la escena se tapaba con estelas de humo de las granadas de gas lacrimógeno.

Los vecinos del barrio indicaron que al menos 10 jóvenes resultaron heridos con posta de gomas y uno de ellos de gravedad, fue internado con una lesión en la zona abdominal.

Durante los incidentes los policías se replegaban todo el tiempo y cubrían a un puñado de trabajadores municipales que levantó los restos de las precarias casillas que se habían desmontado en el lugar. Cargaban los palets, nailon y cantoneras desparramados por el suelo en dos camiones con volquete que cuando se llenaban partían con rumbo incierto.

La orden para liberar el predio fue instruida por el fiscal de Delitos Patrimoniales Marcelo Silva.

El comisario mayor Víctor González, de la dirección de Seguridad, informó que “se montó el operativo que correspondía, tenemos alrededor de 100 efectivos afectados de todas las áreas. Estamos tratando de terminar la limpieza de terreno pero hay un grupo de 15 a 20 jóvenes que están entorpeciendo el operativo. Se produjeron ocho demoras, que fueron puestas a disposición de la justicia”.

El enorme despliegue policial y todo el operativo recibió un fuerte rechazo por parte de la comunidad educativa del barrio, el director del CPEM 44 y dirigente de ATEN, Gabriel Pillado, recriminó que “es una represión que no tiene sentido, hace más de tres meses que las familias están reclamando por tierra. Este gobierno resuelve con la policía tirando a mansalva a niños y menores” y en ese contexto responsabilizó “a Horacio Quiroga y Omar Gutiérrez de cualquier situación de violencia que se genere”.

El directivo también informó que las clases en las cinco instituciones del barrio se suspendieron a raíz del incidente: “El Centro de Formación Profesional, el CPEM 44, el Jardín 17, la escuela 154 y la 175. Y hasta ahora no salió ningún ministro a manifestar su preocupación porque no hay clases”.

En horas del mediodía, la conducción del gremio de los estatales ATE y el obispado de Neuquén fracasaron con un intento de mediación ante la inasistencia de las autoridades.

Después de las 15 los vecinos cortaron la ruta y al atardecer fueron desalojados por la policía. Al cierre de esta edición, el barrio estaba fuertemente custodiado y se escuchaban disparos.

Doce horas de balas, piedras y gases

Los hitos de la toma

Datos

22 de abril. Se realiza una nueva toma en calle 1 antes de El Tanque.
27 de abril. Se notifica del desalojo y cortan la Ruta 7 durante todo el día.
22 de marzo. Marcelo Silva remite oficio para el desalojo y hay represión.
1 de marzo. Las familias se instalan en el Cañadón de las Cabras en protesta.
9 de febrero. Juan Germán del Municipio desactivó un intento de toma.

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