Cuatro detenidos por el trabajador tucumano asesinado en Darwin

Sergio Salazar había llegado desde Tucumán hace una semana a Darwin en busca de trabajo. Su hermano, que vive en la ciudad, le había prometido que algo iba a salir. Sin embargo, sus sueños se truncaron de manera violenta. Su cuerpo fue hallado en un canal seco, a unos 200 metros del barrio ferroviario, cerca de un frondoso árbol. Ayer por la tarde, los perros usados en los rastrillajes señalaron una vivienda ocupada por cuatro trabajadores rurales. Sus ocupantes habrían sido los que, para sacarle el dinero que llevaba Salazar, lo agredieron a golpes y lo dejaron tirado en el lugar. Como se desplomó boca abajo, el hombre de 37 años de edad murió asfixiado, como demostró la autopsia que se realizó ayer en Roca.

Los cuatros hombres, tres oriundos de Tucumán y uno de Chaco, fueron detenidos. Desde la fiscalía a cargo del fiscal, Daniel Zornita se confirmó que “hay cuatro detenidos. Hicimos un allanamiento y faltan dos más, pero secuestramos de todo”, entre otras cosas, ropa.

Se indicó “lo que arrojó la autopsia es que las lesiones no son de entidad suficiente como para que por sí solas ocasionar la muerte. Pero, como quedó de cubito dorsal, posiblemente se asfixió con sus propios fluidos”. Con respecto a la lesión que tenía en la cabeza se señaló que se trataba de: “un golpe contuso que tenía en la frente pero que le provocó la quebradura del tabique”.

Para la Justicia se trataría de un homicidio preterintencional, porque los autores no se imaginaron la muerte, sino que querían sacarle el dinero, que habría sido el móvil. “Le sacaron la ropa y lo dejaron abandonado a su suerte, creyendo que no lo habían matado” sostuvieron desde la fiscalía.

Se descartó que haya habido abuso sexual, como se especuló al principio porque el cuerpo estaba casi desnudo.

Darwin fue durante toda la jornada un hervidero de policías de distintas divisiones, que trabajaban bajo la atenta supervisión del fiscal, Daniel Zornita, y del juez de Garantías, Roberto Gaviña. Desde muy temprano, en el sitio comenzó a trabajar el gabinete de Criminalística y las divisiones de canes del Valle Medio y de General Roca.

La policía pudo establecer el recorrido que hizo el hombre hasta el jueves por la mañana, cuando desapareció. Los testimonios marcan que Salazar salió de la casa de su sobrina, donde estaba parando y fue hasta un bar de la localidad. Allí se lo vio solo. El jueves al mediodía comenzó la búsqueda. Se rastrearon distintos lugares hasta que un grupo del grupo especial de la policía COER dio con el cuerpo.

Los familiares de Salazar se encontraban conmocionados y no quisieron hablar con la prensa. Su hermano dijo escuetamente: “Yo sólo me quiero llevar a mi hermano”, antes de romper en llanto.

El dato