Un muerto y un herido grave en ajuste de cuentas en el Oeste neuquino

NEUQUÉN (AN).- Un joven muerto, nueve detonaciones de armas de fuego y un conflicto que tendrá “su vuelto en los próximos días”, según fuentes del caso, fue parte del saldo de una violenta noche en los barrios Gran Neuquén Norte y Belén, el jueves. Ayer la policía realizó dos allanamientos para buscar elementos que ayuden a esclarecer el caso y detuvieron a 11 personas, entre ellos un menor, principal sospechoso del homicidio. “Es una rencilla que tiene un tiempo. Ayer andaban buscando a una persona. Lo iban a ‘poner’”, explicaron fuentes policiales. El incidente del jueves comenzó alrededor de las 22 en la esquina de Gervasoni y Rafael Fernández. Según testimonios la víctima fatal fue Adrián González (25), que llegó acompañado de Lucas Santana (23), a la casa de la familia Rojas. Ingresaron y tomaron por sorpresa a los que estaban adentro. “Le pusieron el arma en la cabeza a uno y le gatillaron, pero la bala no salió. Le volvieron a gatillar y volvió a fallar. No se dieron cuenta de que en la casa había otra persona, un menor, que los primereó y les empezó a disparar”, detallaron. El comisario mayor Daniel Poblet, director de Delitos de la Policía, indicó que la sucesión de hechos aún es materia de investigación. Lo que se pudo establecer es que tanto González, como Santana escaparon como pudieron. La víctima fatal recibió un tiro en la axila que le destrozó los órganos internos, corrió unos 50 metros y empezó a desvanecerse. Algunos vecinos explicaron que luego del enfrentamiento, cuando se aplacaron los ánimos, salieron de sus hogares y encontraron al joven tirado, aun respiraba, pero antes de que llegara la ambulancia perdió la vida. En tanto Santana pudo trasladarse por sus medios hasta la casa de sus padres y fue su madre quien lo llevó hasta el hospital Castro Rendón. Ayer fue intervenido quirúrgicamente por dos heridas de bala que recibió durante el episodio: una con orificio de entrada y salida en la zona hepática y otra en la ingle, que quedó alojada. Inmediatamente después del hecho, la policía detuvo a cinco personas en la casa de los Rojas, entre ellas un menor de 16 años que sería el presunto autor del disparo. También secuestraron vainas servidas. En tanto la fiscalía libró ordenes de allanamientos ayer por la mañana. Uno donde ocurrió el hecho y otro se realizó en la vivienda de la familia Santana, sobre Lago Muster, a metros de Cayastá, donde detuvieron a otras cinco personas y secuestraron prendas de vestir y algunos plomos.

Escalada de violencia

11 personas en total fueron detenidas en dos allanamientos.

Una zona de violencia El sector donde se desarrollaron los hechos tiene antecedentes cercanos, con un episodio que derivó de enfrentamientos entre grupos antagónicos. Luego hubo algunos días de calma, pero el jueves volvieron los disparos. “Yo estaba con mi hijo sentado delante de casa y pasaron corriendo a los tiros. Me puse atrás del paredón y cubrí a mi nene. Las balas silbaban entre las hojas del árbol”, explicó un vecino. Ayer por la mañana el barrio se encontraba calmo, la gente se arrimaba desde los portones para ver qué sucedía. La policía custodiaba la zona y las calles estaban desiertas. El último hecho violento que denunciaron en ese sector fue el 9 de febrero pasado. Una persona denunció que a balazos le rompieron los vidrios de su vehículo. Según la policía, los Santana están involucrados en abuso de armas, amenazas, narcotráfico. En el 2011 Lucas Santana recibió cinco balazos en la zona intestinal.