Crecerían las exportaciones en la presente temporada

Los informes que manejan las empresas del Valle dan cuenta de que la cosecha de manzanas se verá reducida este año alrededor de un 20% mientras que sobre las peras se proyecta una caída leve, siempre respecto a la temporada anterior.

Pese a ello, la mayor parte de los consultados aseguran que las exportaciones mostrarán un crecimiento durante el 2018. ¿Cómo es posible que con menos cosecha se venda más fruta? La respuesta se centra en la calidad de fruta.

El año pasado cerca del 35% del total de lo que ingresó al galpón de empaque fue a descarte y la fruta a embalar no fue la mejor. Para la presente temporada se proyecta más volumen de importante calidad en relación a lo cosechado y, por ende, una significativa caída en el descarte.

“Hasta ahora, exceptuando algunos sectores donde lamentablemente cayó granizo, la calidad viene mejor que el año pasado. Tal como se comenta hay mayor calidad en la producción, esto es alentador. Prevemos cantidad de peras normales y con mermas ya conocidas en clones de manzanas rojas sensibles al añerismo”, aseguró el CEO de Moño Azul, Carlos Resio.

En relación a las exportaciones hacia ultramar, el dato es alentador. Durante las últimas temporadas, los embarques cayeron precipitadamente y todos los años tocaban récords de mínimos históricos. Tomando como referencia las ventas del 2005, las de manzanas consolidadas por el puerto se desplomaron a la fecha alrededor del 85%. En valores nominales se perdieron de colocar en el mercado cerca de 70.000 toneladas de fruta. La década ganada del kirchnerismo. Las exportaciones de peras tuvieron la misma suerte. Se derrumbaron en más de 150.000 toneladas en estos últimos doce años.

En definitiva, el Valle en este período tomado para el análisis cedió a terceros mercados más de 220.000 toneladas de fruta, esto representa alrededor de 160 millones de dólares que la fruticultura regional dejó en manos de países competidores como es el caso de Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda, entre otros.

“Pienso que tocamos el piso de exportaciones. Todo indica que a partir de ahora debemos ver un rebote en los embarques a ultramar”, aseguró el presidente de PFT, Hugo Sánchez. El optimismo del ejecutivo se vio recortado cuando agregó que no hay que esperar “un gran salto” en las ventas externas globales. Otro análisis distinto hay que hacer sobre el mercado interno.

Mejores condiciones

Las condiciones para el Valle cambiaron en la presente temporada. Hoy el sector se encuentra con un dólar más competitivo respecto del euro, lo que permite lograr una importante diferencia sobre todas las ventas a colocar en el Viejo Continente.

Asimismo, la estadística oficial da cuenta de una menor producción de peras y manzanas en toda Europa, previendo un mercado mucho más ágil sobre operaciones comerciales con los productos que lleguen del hemisferio sur.

Por otra parte, la mejor calidad a cosechar determinará un mayor volumen a embalar con más fruta que logrará mejores precios en destino.

Lo negativo, sin dudas es la pérdida de competitividad que está generando el tipo de cambio. Este fin de semana el dólar perforó nuevamente el techo de los 19 pesos, pero sigue estando retrasado respecto de los costos internos que presenta la actividad. La cuenta es sencilla: la inflación durante el período 2016-2017 se ubicó en el 66% contra una devaluación del peso respecto del dólar del orden del 40%. Para una actividad armada para la exportación, con mano de obra intensiva, esta ecuación es letal.

“El mercado externo lo vemos similar al año pasado, sin mayores novedades. Puede haber una mejora por el tipo de cambio”.

Carlos Resio,

CEO de Moño Azul

”Seguramente las exportaciones a ultramar mejoren, pero no está claro, otra vez, qué quedará finalmente para la fruta”.

Miguel Ferrer,

productor de Cinco Saltos

“Las empresas están ofertando mejores precios respecto del 2017 para la manzana que se inicia y que todavía está en la planta” .

Eduardo Artero,

productor de Cipolletti

LO NEGATIVO DE LA TEMPORADA

LO POSITIVO DE LA TEMPORADA

La mejora del tipo de cambio (dólar versus euro) permite ganar competitividad para toda aquella fruta que se destine al mercado del viejo continente.

Pulso Frutícola

Datos

“El mercado externo lo vemos similar al año pasado, sin mayores novedades. Puede haber una mejora por el tipo de cambio”.
”Seguramente las exportaciones a ultramar mejoren, pero no está claro, otra vez, qué quedará finalmente para la fruta”.
“Las empresas están ofertando mejores precios respecto del 2017 para la manzana que se inicia y que todavía está en la planta” .
Dólar. Continúa el retraso cambiario para todas las economías regionales.
Costos. Producto de la inflación, los costos internos siguen subiendo más que los precios finales del producto en destino.
Proteccionismo. Se esperan mercados algo más cerrados por las importaciones.
Bloqueo. Rusia mantiene el cierre de sus fronteras a la fruta de la UE y aliados generando desequilibrios en el mercado global.
Monedas. La devaluación del dólar frente al euro mejora la competitividad cambiaria de las exportaciones regionales hacia el viejo continente.
Menos cosecha. Europa muestra una caída en su cosecha de peras y manzanas que favorecerá la colocación del hemisferio sur.
Más calidad. La fruta a recolectar en el Valle muestra mejores niveles de calidad respecto del año asado. Las condiciones climáticas, hasta ahora, favorables.
La mejora del tipo de cambio (dólar versus euro) permite ganar competitividad para toda aquella fruta que se destine al mercado del viejo continente.

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