La venta de chivitos del norte de Neuquén bajó a la mitad

De noviembre a mayos se vendieron 16.700. En zafras anteriores se llegaba a 30.000. El centro de comercialización es Chos Malal, con empresarios que los compran en los corrales, se encargan de la faena y el transporte a los comercios.

El chivito criollo del norte neuquino es adquirido en el corral a los crianceros a valores que van de los 900 a los 1000 pesos y llega al consumidor en la capital provincial a unos 1800 pesos.

Los empresario dijeron que la comercialización ha bajado notablemente, esto si se tiene en cuenta que desde noviembre del año pasado a mayo del corriente se han comercializado 16.700 cabezas y en las mejores zafras han alcanzado los 30 mil.

En Chos Malal se pueden conseguir a 1.200 pesos en la venta puerta a puerta, una práctica cultural y ancestral en la región, mediante la cual el criancero pasa por los barrios con la oferta cargada en su camioneta produciéndose la venta directa sin su paso por el frigorífico.

El chivito del norte provincial es muy requerido debido a su exquisito sabor, que tiene que ver con la crianza con pasturas naturales en los campos de veranadas e invernadas de la zona.

Cuatro empresas se dedican a comercializar el chivito de la región, la Corporación de Desarrollo de la Cuenca del Curi Leuvú (Cordecc), Capriolo, Carol y Valentín Herrera.

Jorge Gutiérrez, presidente de la Cordecc, indicó que la empresa compra en el corral directamente a los crianceros, abonando entre 900 y 1.000 pesos por unidad. A estos costos se le suma el traslado a Chos Malal y que se deben abonar en el frigorífico de chivitos 130 pesos por cabeza de animal faenado.

Si bien el matadero es manejado por la Cordecc, los costos se encarecen porque deben afrontar los gastos del persona, que son los 20 cooperativistas encargados de la faena.

Además de los insumos, por lo que el chivito parte con una base de 1350 pesos con destino a Neuquén u otros puntos de comercialización, por lo que el costo se ve incrementado por la logística al lugar de destino.

Para las otras empresas también los costos se encarecen. Deben pagar al acopiador de la zona, que es el encargado de comprar en el corral, trasladarlos a Chos Malal para la faena en el matadero frigorífico y llevarlos seguidamente a los puntos de comercialización.

En esta ciudad hay una carnicería exclusiva de chivitos. Los hermanos Alfredo y Atilio Alarcón son crianceros, pero además de tener sus propios animales también compran a otros crianceros a un costo de 1000 pesos, abonando además 69 pesos por faena de animal en el matadero municipal.

“Desde que los animales llegaron luego de la etapa de la veranada han bajado el peso, que varía entre los cuatro y cinco kilos”.

Atilio Alarcón, productor

y criancero de chivos.

Los acopiadores tienen que viajar a parajes que están a 200 kilómetros de Chos Malal y asumir los gastos de traslados y transportes.

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“Desde que los animales llegaron luego de la etapa de la veranada han bajado el peso, que varía entre los cuatro y cinco kilos”.
Los acopiadores tienen que viajar a parajes que están a 200 kilómetros de Chos Malal y asumir los gastos de traslados y transportes.

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