Aumentaron las denuncias en la Justicia por violencia de género

Por las marchas hubo una visibilización del tema y se registró una suba en la cantidad de casos que se judicializan. Un desafío para este poder es la agilidad.

No fue una buena madre ni una buena esposa. Eso argumentó como atenuante el entonces fiscal Alfredo Velasco Copello durante los alegatos en el juicio contra Mario Garoglio condenado en 2003 a cinco años de prisión por el intento de femicidio de Ivana Rosales. La pena nunca la cumplió porque se fugó. Trece años después la mujer reclama una respuesta, y fue por eso que inició una demanda, con la representación del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), al Estado argentino ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por negación de justicia.

El coordinador de la Oficina de Violencia del Poder Judicial, Juan Pablo Durán, aseguró que la movilización incide en la visibilización.

El mes de junio del año pasado cuando se hizo la primera marcha, se realizaron 1.090 denuncias y desde entonces el promedio se mantuvo en 1.000 por mes. En febrero y marzo de este año trepó a 1.300. De enero a mayo se realizaron 5777 denuncias de las cuales el 80% son por casos de violencia machista.

La oficina funciona de 8 a 18 en el segundo piso de Leloir 881. Para el profesional el gran desafío es el acceso a la justicia para lograr una respuesta simultánea.

Un caso emblemático

Garoglio atacó a Ivana: intentó ahorcarla con un alambre, la golpeó, y la encerró en el baúl de un auto el 18 de abril de 2002. Tenía la seguridad de que la había matado y fue por eso que se entregó a la policía. El tribunal que lo condenó –integrado por José Andrada, Emilio Castro (jubilados) y Eduardo Badano (destituido como vocal del TSJ en 2008)– empleó fundamentos sexistas en el fallo. “Si la víctima hubiera sido adúltera (…) eso habría sido algo que estaba en las probabilidades de la mujer que eligió”, dijo Castro.

Para el CELS: “Lejos de haber garantizado la justicia, revictimizaron a Rosales a través de sus actuaciones y decisiones discriminatorias, que reproducen prejuicios machistas tradicionales y minimizan y justifican la violencia extrema y el abandono.”

Este mes está prevista la tercera reunión de negociación entre las partes, que es condición en este tipo de trámites judiciales. Ivana contó que el Estado nacional se ha mostrado dispuesto a subsanar las falencias en la materia, pero que hasta ahora no ha tenido la misma predisposición de la provincia.

A fin del año pasado, aseguró Ivana, Garoglio agotó la pena que cumplía en Río Negro por el abuso sexual de sus hijas, que fue unificada con la que se le impuso en Neuquén por el incumplimiento de los deberes de asistencia familiar. “Nos hemos seguido cuidando”, señaló ante la posibilidad de que el hombre se acerque.

Ivana, de 41 años, lleva el documental que narra su historia a las escuelas que lo pidan. La idea es que “Ella se lo buscó” se esparza en tierra fértil.

La mujer contó casos que le tocó escuchar que se vinculan con separación del hogar de los hijos para evitar más violencia.

¿Qué significó el #NiUnaMenos?

Matías subat

Datos

R- Fue ver en la calle la concientización por la cual venía trabajando. Venía rogando que saliéramos a la calle porque ya el transitar de los pasillos judiciales no alcanzaba, y el quedarse escondidas tampoco. Porque las mujeres seguían muriendo, y nadie de los que tienen que tomar la decisión se levantaba del sillón. Para mi fue un mimo al alma.
El tema es que en los estratos donde tienen que manifestarse los cambios que son los estratos judiciales, legislativos y carcelarios, no hay cambios.
Y si no ponemos en primer lugar la salud emocional de las mujeres, y segundo de nuestros hijos, van a seguir quedando huérfanos.

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