Su hermano murió en Malvinas y 35 años más tarde halló sus restos

Daniel Miguel tenía 24 años cuando un misil inglés derribó su avión y fue enterrado en forma anónima en la isla. Ahora se lo identificó y su familia, que vive en Plottier, recibió pertenencias.

Un periodista de Buenos Aires le pregunta si va a repatriar los restos de su hermano. Sergio Miguel se enoja y le contesta que está en su patria. Hace días le confirmaron que Daniel Miguel está en el cementerio de Malvinas. Que sus restos descansan bajo una de esas cruces blancas en las que no creyó que podía estar y por fin siente paz.

El gobierno confirmó a los familiares de 88 soldados que sus restos están en el cementerio de Darwin. Sergio y su papá, Enrique Julio Miguel, residen en Plottier y recibieron la noticia que esperaron 35 años.

Daniel Miguel tenía 24 años, era piloto teniente de corbeta y su avión fue derribado durante una misión en mayo de 1982.

En esos días, a la familia, oriunda de Punta Alta le informaron que lo daban por desaparecido.

De manera oficial nunca le comunicaron como fueron las cosas.

Lo que Sergio supo se lo contó el inglés que le disparó el misil a su hermano.

Cuenta que hace años lo contactó por Facebook. Cuando vio que era inglés y tenía fotos de Daniel no pudo contestar por días.

“Pero cuando lo pensé en frío contesté. Fueron códigos de guerra y el tipo estaba estoicamente dando la cara. Tenía la misma edad que mi hermano y estaban en la misma”, dice y cuenta que allí obtuvo datos sobre la muerte.

Hace tres años, lo llamaron en el marco de un trabajo que incluía un acuerdo entre Argentina y el Reino Unido y la intervención de la Cruz Roja Internacional.

Le hicieron una extracción de sangre para corroborar el ADN y en julio se hizo la exhumación de los restos.

El miércoles lo citaron para viernes en lo que era la Escuela de Mecánica de la Armada. Se tomó un avión y fue a escuchar la respuesta sin esperanzas.

Cerrar la historia

“Cuando me dicen que Daniel está ahí se me vino el mundo abajo. Me muestran las pertenencias y fue un mar de llanto. Los detalles eran crudos pero había que escucharlos. Estaba la alianza de compromiso, el anillo rosario y la cruz que yo le regalé”, dice y muestra los objetos envasados en un nylon al vacío.

Luego, pasa las hojas del informe que le entregaron.

Ahí describe la chaqueta verde que llevaba puesta, dos pares de medias de lana, dice que el ADN coincide en un 99% con el suyo y muestra el punto exacto en el que está enterrado en el cementerio.

“En 35 años pasé por todo, por gente a la que no le importa nada. Pero hoy más allá de romper en llanto, hay un dejo, no sé si de alegría, pero algo parecido. Algo que se acerca a la paz”, dice.

Compara lo que le pasa a los familiares del Submarino ARA San Juan y asegura que sabe lo que sienten.

“La desaparición es lo peor que te puede pasar. Una cosa es que te digan está muerto, acá está y hay que cerrar. Pero al desaparecido lo tenés abierto toda la vida, lo estás esperando. Ahora ya está, se cerró”.

“Daniel amaba lo que hacía. Cuando salió sabía que iba a una misión suicida, pero era lo que tenía que hacer y lo hizo. Quiero honrar a mi hermano”.

Para Sergio Miguel, tener la certeza de la muerte de su hermano le llevó alivio.

Datos

“Daniel amaba lo que hacía. Cuando salió sabía que iba a una misión suicida, pero era lo que tenía que hacer y lo hizo. Quiero honrar a mi hermano”.

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