Baja participación de adolescentes en delitos graves en Viedma

Baja participación de adolescentes en delitos graves en Viedma

“Hoy en Viedma sólo el 1,5% de los delitos graves son cometidos por adolescentes. Esta proporción se sostiene con pocas variaciones en el territorio provincial en el cual sólo el 6% de los delitos son cometidos por adolescentes”. Lo aseguró la Defensora General de Río Negro, Rita Custet, al participar del foro debate de “Responsabilidad Penal Juvenil” organizado por la subsecretaría de Derechos Humanos de la municipalidad de Viedma, en el marco del programa “Construcción Colectiva de la Memoria” en coincidencia con el aniversario de la Noche de los Lápices. Esta jornada se realiza anualmente y el eje central es el resultado del trabajo con adolescentes, jóvenes y adultos desde el inicio del año. Además de autoridades municipales e invitados especiales participaron de este encuentro alumnos de la Escuela de Cadetes de la Policía, de secundarias locales, representantes de distintas organizaciones y público en general.

En la oportunidad, Custet agregó que de aquella cantidad de adolescentes que protagonizan conductas antisociales, “los delitos graves -aunque remarcando su escaso porcentaje- están mayormente cometidos por varones (87.7%). Eso está directamente relacionado con la educación que reciben y que sostiene estereotipos en los que la masculinidad se construye desde la óptica del patriarcado”.

En este sentido consideró que “el Estado debe cambiar de lentes a la hora de revisar las conductas de los adolescentes que emergen bajo estas estructuras. Se debe reflexionar y cuestionar acerca de jóvenes cuya masculinidad es construida a partir de la competencia, la fuerza física, la sumisión de la mujer y su reclusión al ámbito privado”.

La funcionaria judicial puntualizó que “la mirada de género permite develar que esta construcción de masculinidades y su reproducción es la que lleva a los adolescentes a ejercer acciones violentas en contra del orden social y, en muchos casos, a transgredir la ley penal”, al subrayar que “el sistema penal juvenil de Viedma se encuentra atravesado por esta imposición de una masculinidad violenta, vulnerable y vulnerada”.

También consideró fundamental que los operadores jurídicos revisen y reflexionan críticamente “respecto de las creencias con las cuales hemos sido socializados, como parte de esta sociedad patriarcal, a la hora de pensar políticas públicas que construyan medidas socioeducativas que realmente contribuyan a la deconstrucción de una cultura que determina masculinidades violentas que los jóvenes no eligen, al contrario, les vienen impuestas desde la temprana socialización”.