Familiares piden esclarecer la muerte del interno de la U12

Un hombre de 31 años falleció el pasado jueves a causa de graves quemaduras sufridas en una celda de castigo.

Marcelo Ochoa

“Quiero saber si lo golpearon antes de quemarse y porqué no lo socorrieron para evitarle semejante sufrimiento que lo llevó a la muerte”. Ese es el pedido de Enriqueta Lescano, madre de Juan Pablo Carlos, quien murió en la madrugada del jueves 18 de este mes luego de sufrir gravísimas quemaduras en el 60% de su cuerpo y en vías aéreas. El hecho se produjo en una celda de castigo más conocida como “buzón” de la Unidad Penal N°12 con asiento en Viedma.

La mujer, madre de 10 hijos que colabora en un merendero en el Bajo Flores donde vive, relató además que el Servicio Penitenciario Federal ni siquiera le avisó sobre el grave estado de su hijo. “Me enteré por una vecina que tiene un familiar detenido en el Chaco que era amigo del mío. Un interno del penal de Viedma le informó lo ocurrido y él le comunicó a su madre para que me avisara”, detalló la mujer invadida por el dolor ante la pérdida de su hijo y de suponer un tremendo padecimiento. También denunció que el Servicio no derivó al interno a un centro de mayor complejidad como aconsejaron los profesionales que lo atendieron en el hospital Zatti.

“Lo que sufrió mi hermano fue una tortura. Se le quemaron hasta los pulmones”, aseguró Víctor Carlos al advertir que seguirán hasta las últimas consecuencias para que se haga justicia.

“No queremos que pase lo de siempre, sobre todo si uno es pobre, que ante casos como éste los jefes son trasladados pero no los echan ni van presos”, sostuvo Enriqueta al indicar que el director del Penal de Viedma asumió hace dos semanas. En la denuncia penal responsabilizó al Servicio Penitenciario Federal y a la Unidad 12 de Viedma por la muerte de su hijo.

Detalló que el 11 de este mes habló por teléfono por última vez con él porque ese día cumplió 31 años. Hasta el momento los familiares pudieron reconstruir que Carlos estaba en una celda de castigo al momento de sufrir las mortales quemaduras. En este sentido destacaron que a ese lugar los internos deben ingresar sin elementos que puedan poner en riesgo su vida, planteando dudas en relación a la muerte: “o no lo revisaron como debían cuando lo ingresaron al buzón o le prendieron fuego y no lo socorrieron”, denunciaron.

Enriqueta agregó que cuando les avisaron pidieron plata para poder viajar pero llegaron a Viedma cuando ya había fallecido. En la denuncia penal solicitaron la práctica de la autopsia, así como la citación de otros internos de la U12 para certificar si Juan Pablo tenía o no problemas de convivencia.


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